sábado, 10 de abril de 2010

¡Vas bien! ¡Vas bien muchacho .. vas bien!

¿Te puedes autoevaluar?, es difícil porque plasmar tus errores sobre tus aciertos o cualidades cuesta, cuesta ser objetivo a no ser que lo hagas mentalmente, pero la idea es escribirlo y que todos sepan qué has hecho en tus primeros 40 años y qué cosas las han marcado.
Como todos saben, yo nací en Santiago, soy el 5º de 6 hermanos, 3 hombres y 3 mujeres o vívoras. Mi padre, electrónico, trabajaba en el Ministerio de Defensa, frente a La Moneda, donde llegaba cada viernes a buscarlo con mi madre y me encantaba cuando me ponian el casco de los militares de la entrada. Nuestra casa, que aún la conserva mi madre arrendada, la compraron en una villa o población de la Armada. En ella viví mi niñez hasta los 13 años, una infancia felíz con mi familia y sobretodo con mis amigos. Siempre tuve buenos ejemplos en casa, pero creo que lo que marcó mi personalidad fue mi callejera niñez, quizás en esos años no existía el peligro de andar en la calle, como lo es ahora, y quizás tenías más libertad para conocer a la gente, sin tanto miedo. Aprendí a valorar a mis amigos sacando de ellos su lado bueno y no recordarles sus debilidades ni sus errores, así nuestra amistad crecía porque caminas por la vida con seguridad.
Por las tardes, después del colegio, era pasapelotas de Colo-Colo, de pequeño he sido socio y aún desde España sigo pagando mis cuotas, miraba horas sus entrenamientos al lado de mis ídolos, sobretodo de Caszely porque era muy educado, no hablaba como un futbolista flaite y tenía la deferencia de pichanguear 30 segundos con nosotros mientras juntaban los balones.
Mi vida se llenó de pena y soledad cuando el '78, una madrugada de Marzo, se fue mi padre. Él fue mi pizarra de paciencia y alegría, me reflejaba en él y jugaba a ser él, desarmaba radios, televisores viejos y aunque me sobraran piezas yo era él. Se fue el amor que conocí por colo-colo, quien me enseñó a ver la hora y el que me mostró la vida en bicicleta, aclaraba mis dudas del tiempo mostrándome por qué llueve, por qué hay viento y por qué hay sol, me dió los planos del fórmula 1 con el que los veranos bajaba los cerros de Valparaíso tirándome en un carretón de 3 rodamientos, con frenos ABS de llantas de neumáticos viejos. Se fue porque Dios dice que ya es hora de seguir solos y no porque la enfermedad haya ganado, todo se olvida, pero la pena queda.
Mi segunda pena fue cuando mi madre nos pescó de un ala y nos dijo : 'Nos vamos a Valparaíso', arrendó la casa y como toda mujer sola, se fue para estar más cerca de sus padres. Por primera vez miré hacia atrás en mi vida y ví desde el camión de mudanzas cómo dejaba parados a mis amigos, con el balón entre las manos, con sus caras diciéndome ¿Por qué?, y con sus gargantas apretadas que no se atrevían a gritar Adiós. En Abril del '81 el cielo gris de Santiago dejó de ser hermoso porque me protegía cada tarde en la calle. Ya Los Andes, cubiertos de nieve, no eran míos porque cada día que los miraba en dirección a Macul tomaba una bocanada de aire frio y decía 'buenos dias cordillera', los había cambiado por el horizonte azul del océano Pacífico.
Quién se muda, Dios lo ayuda!, Llegamos a vivir a la calle Roma en Caleta Abarca y así mi pena se pudo calmar, tirándome en patines por calle Diego Portáles colgado de las micros, o por la pendiente de San José hacia Agua Santa, la playa Caleta Abarca pasó a ser mi cancha de fútbol donde cada día, con lluvia o sol, reventaba a pelotazos el muro de piedra cantera del Hotel Miramar. Empezaron a llegar nuevos amigos, caras nuevas, personalidades nuevas y lo más importante : amores nuevos con la belleza porteña.
Pero así es la vida, te agarra de las mechas y te lleva dónde quiere, a veces acerta, a veces no, en mi caso sí. Aprendí a querer mi puerto, lo hice mio caminando por todos sus cerros, sus callejones, sus escaleras, me hice parte de él encumbrando volantines, tirando piedras a los techos y lo más emocionante..mirar sus temporales, luchar contra el viento en una esquina y embarrarme las patas en las quebradas, vamos! de la misma forma en que todos aprendemos a amarlo, o no existiría la canción. No puedo contar mi vida entera, sólo puedo resumir instantes importantes que mi alma y mi corazón han guardado por años.
Creo que en esta fase media de mi vida, en el ecuador de mi existencia, puedo dar una opinión más sensata de mi personalidad, mirar hacia atrás y analizar en qué me he equivocado, razonar en quienes realmente han estado a mi lado, a cuántas personas he hecho felíz y a cuántas he hecho daño. Puedo asimilar lo que he aprendido y arrepentirme de lo que he dejado de aprender. Mirar atrás es muy bueno a esta edad, pero no mirar atrás como cuando te miras a un espejo, porque realmente ese reflejo te induce a error, no aprecias bien el camino que has recorrido, te debes detener un momento, darte vuelta y mirar al fondo , solo así, en tan solo 5 minutos te invaden las imágenes con los errores y los aciertos, las penas y las alegrias, y también cuentas las veces que te has caído porque si estás haciendo esto es porque te has levantado. Entonces veo a lo lejos: He dado aciertos? (sí, cuando nací mi sangre era colocolina, el mejor acierto), he cometido errores? (sí , dejando ir a mujeres increíbles, esos errores ya no los cometo), he hecho daño? (sí, restregándoles los títulos del colo a los adversarios), He aprendido? (sí, que me gustan todas las mujeres), He dejado de aprender? (sí, porque me faltan horas del dia para fijarme en otra), He hecho felíz? (sí, al único que he hecho felíz en mi vida ha sido a un indigente que le dí mi dinero del bus y me fui caminando del Colegio a Caleta Abarca) , He hecho amigos? (sí y muchos, más de los que pensaba), He hecho enemigos? (sí, los que no son del colo), He caído? (depende, si la caida es de frente, siempre quedo a 22 cms del suelo, doy fe!), Me he levantado? (los trípodes(1) no caemos), He sido infiel? (no, nunca), He sido fiel? (да, иногда), He perdonado? (sí, a los que no son del colo, nadie es perfecto), Me he consagrado? (casi, he plantado el árbol, he tenido un hijo y el libro lo estoy escribiendo, pero me falta el título), He pecado? (los primeros 8 mandamientos están cumplidos, pero el 9º y el 10º, ahí topamos, creo que deberíamos hacer un llamado a las partes involucradas con la disposición de modificarlo, eso de no consentir pensamientos ni deseos impuros no es válido en occidente ya que en esta parte del planeta las mujeres no se tapan como en el medio oriente, asi es que se anula. Y el 10º..eso de no desear la mujer del prójimo, está difícil la cosa, precisamente tengo una vecina que está como un tren y al marido le entra agua al bote, habría que modificar ese mandamiento), He dado amor? (sí claro, más de lo que fabrico, estoy en sobreproducción). En resúmen, voy bien, me puedo girar y seguir caminando, mi autoevaluación ha sido muy objetiva.

(1) Con lo de trípode me refiero a que siempre hay otra alternativa para no caer, no me mal interpreten.

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