sábado, 7 de agosto de 2010

La espía que llegó del frío

Moscú 18:57 zulu.- Hotel Ukraina. Inserto la tarjeta magnética en la puerta de mi habitación y al mismo tiempo suena mi móvil, dejo el bolso con el portátil, mis documentos sobre la mesa y saco el teléfono del bolsillo


Yuri. ¿Hola?

Irina. привет! ¿Yuri?

Yuri. ¡Sí! ¿Quién habla?

Irina. ¡Soy Irina!

Yuri. ¡Irina Petrushenko! ¡Qué sorpresa! ¡Cómo estás!

Irina. ¡Bien Chileno! ¿Y qué haces por Moscú, desde cuándo estás aquí?

Yuri. Llegué el lunes, he venido por trabajo, estaré 15 días pero también debo ir a San Petersburgo ¿Y cómo has conseguido mi teléfono?

Irina. Ayer hablé con Giannina y me contó que estabas aquí y le pedí tu número ¿Qué tal si quedamos para cenar? Te puedo llevar a un sitio donde hacen el mejor Borsch que tanto te gusta.

Yuri. ¡Qué bien! ¿Dónde nos podemos juntar?

Irina. ¿En qué hotel estás?

Yuri. Estoy en el hotel Ukraina

Irina. ¿Te parece bien a las 20:30 en la estación Lubyanka? ¿Sabes dónde queda?

Yuri. ¡Sí, tengo el plano del metro, pero la conozco!

Irina. ¡Perfecto! Quedamos a las 20:30 entonces.

Yuri. ¡Ok, un beso!

Irina. ¡пока!

Como saben, en invierno en Moscú a las 5 de la tarde ya está obscuro. No me gustaba mucho la idea de volver a salir, además, había pasado por un supermercado y me traía a la habitación té negro, unos sándwich para preparar y acostarme a ver tele, como día viernes en un país donde no conoces a nadie estaba claro que el fin de semana sería larguísimo, pero aprovecharía de pasear por el parque Gorki y otros sitios que no sean tan visitados. Pero tomar el metro otra vez y llegar a esa estación ¡Qué lata! aunque está a sólo 6 paradas de mi hotel debes cambiarte de líneas porque está en plena Plaza Roja (Красная площадь).

Les cuento: Irina es una chica de 24 años, moscovita, físicamente como todas las rusas, pelo rubio, ojos muy azules, de mi estatura 1,78mts, y está como un tren, o sea, ¡De miedo! Habla muy bien el español, lo aprendió en Madrid en el Instituto Cervantes. La conocí en mi primer viaje a Rusia. Aquella vez, el avión desde Paris me dejó en San Petersburgo en donde tuve que trabajar 5 días y luego, como yo lo había pedido saltándome el viaje en avión, me fui en tren a Moscú. Era un día muy especial para mí, estaba eufórico porque por fin cumpliría mi sueño de ver el Kremlin y la Catedral de San Basilio. En aquel tren-cama de 8 horas de viaje, coincidí en el camarote con ella, se dio cuenta de que yo no hablaba ruso porque, aunque no tengo cara de indio pero tampoco tengo cara de ruso, no dejaba de mirarme y porque también yo no apartaba mi vista de la ventana, intentando no olvidar ningún detalle que pasara delante de mis ojos, el paisaje, la nieve, las casas, los coches, las fábricas, todo estaba en mis sueños de niño por conocer aquel país. Nada más salir el tren de la estación "Moskovsky Vokzal" en San Petersburgo, el inspector me habló, como no tenía ni puta idea de lo que me decía, le pasé mi billete y el pasaporte pero con cara de ogro se dio media vuelta y salió, ella explotó en risas y me preguntó en Inglés Where are you from?, ¡Hi!, le contesté I come from Spain, y ella me dice en español, "El señor te preguntaba si querías un té! ¿Quieres uno? ¡Sí por favor! le contesté. En la calle habían -19 grados, y yo, poco acostumbrado a ese frio cualquier cosa caliente era bienvenida.

Este tren, el 'Flecha Roja' o "Krásnaya Strelá" tiene vagones con camarotes independientes o compartidos. En los compartidos, entre cada camarote individual hay una mesita pegada a la ventana, Irina pidió dos té negro con limón y con eso me empecé a poner rosado otra vez, recuperé mi forma de humano y ya podía asimilar todo lo que veía y hablaba. Ella había ido a San Petersburgo por el fin de semana, a ver a su abuela que estaba enferma y volvía a Moscú por una entrevista de trabajo en una empresa española.

Llegó la hora de la cena y nos fuimos al comedor, al vagón del restaurant, Irina me explicó los tipos de comidas que habían en la carta y yo le pedí un Borsch; Es una sopa que había tomado en San Petersburgo, está hecha de verduras y remolacha, con queso rallado, es lo que más me gusta de la comida rusa.

Si no hubiese sido por Irina, esa noche sólo habría tomado sopa, porque era lo único que sabía pedir, además, comí albóndigas con ensalada, postre y mi infaltable café con leche con tres de azúcar.

Luego, en el camarote, no dormí nada sólo me quité los bototos de nieve que me tenían los pies adormecidos y me senté en mi litera, ya no podía mirar hacia afuera, se había hecho de noche y de la televisión no entendía nada, así es que la mayor parte del viaje me fui conversando con ella. Me sorprendió su cultura y además el conocimiento que tenía de mi país, que aunque le dije que venía de España más tarde le aclaré que era chileno; Por momentos ella, estirada en su litera, se daba vueltas y pegaba unas pestañadas, y con una sonrisa cómplice me decía ¡no me mires el culo chileno!. Como estaría dos semanas más en Moscú, nos dejamos teléfonos y quedamos en que sería mi guía personal, así, cada día, después del trabajo, nos juntábamos y salíamos a conocer la ciudad.

Con Irina conocí la mayor parte de Moscú. El centro, que para mí es lo más bonito; Las iglesias ortodoxas, que son muy antiguas; El metro, que aunque sus vagones son aun de los años 50's las estaciones parecen museos, todas de mármol y llenas de cuadros y murales. Le pedí también que me llevara a la Universidad Patricio Lumumba, siempre quise conocerla porque ahí había estudiado mi tío Tomás, él se graduó de radio físico y todo lo referente a la Unión Soviética me lo impregnó su presencia en casa de mis abuelos. Su hija también se llama Irina, que es la prima más guapa que tengo, su otro hijo se llama Yuri y es un primo que además del mismo nombre, tiene mi edad, todos los libros con fotos de las grandes avenidas moscovitas de los años 60 que soñaba conocer ya eran realidad.

Pasaban de las 20:00 hrs. y aun no salía del hotel, voy terminando los últimos retoques, bien afeitado, como culito de bebé, bien perfumado (por si las moscas...) Mi pesada chaqueta de 10kg para la nieve, bototos para el Himalaya, guantes, mi pipo (gorrito), el móvil, cámara de fotos y mi chicle chileno regalón, el dentyne blanco sabor a calorub.

Son las 20:30 y ya estoy en la estación Lubyanka, me entretengo mirando los murales en las paredes, con imágenes de Lenin, Stalin y banderas con gente con la mano en alto, parecen felices. Los trenes pasan llenos y las mujeres, aunque sólo les veo los ojos, se ven preciosas. Ya tarda 15 minutos, esto es algo normal en Rusia, aquí la gente es consciente de las distancias y nadie se molesta por los retrasos, en todo caso, el gen de la demora en las mujeres es el mismo en todo el mundo. Mi cuota de espera para una mujer no pasa de 20 minutos, eso lo implanté en Valparaíso luego de que la última polola que me lo hizo la esperaba hasta 40 minutos, claro, tenía mis premios más tarde, pero creo que es mucho tiempo para esperar a alguien. Ya está, ahí viene, 20 minutos justos, veo su gorrito de lana blanco con negro (colores del Colo) que me quitó la primera vez que vine a Rusia y que yo inocentemente traje para protegerme del frio y que obviamente no me serviría para nada. Sonríe con los brazos abiertos y me grita:

Irina. ¡Chileno! ¡Tanto tiempo! (un abrazo apretado)

Yuri. ¡Tú estás igual que hace 5 años! ¡Igual de hermosa!

Irina. ¿Qué haces que te estás poniendo más grueso, más hombre?

Yuri. ¡Sexo! ¡Esa es mi receta!

Irina. ¡Ja ja! Estoy segura que la cumples a raja tabla!

Irina. Vamos, que te llevo a comer y luego me contarás todo lo que has hecho. ¿Por qué dejaste de escribir?

Yuri. El trabajo, los viajes, la distancia, todo se junta.

Caminamos de la mano, unos 15 minutos por el Centro de Moscú hasta el Restaurant. Los rusos que parecen tan fríos y secos, son muy 'sobones', cuando ya te tienen confianza te dan la mano, te hacen caricias y te abrazan a cada rato, es un gesto muy natural.

Irina parecía muy contenta, su cara y su actitud estaban muy alegres después de volver a vernos en tanto tiempo, algo que no me imaginé ni programé. Comimos, obviamente siempre con la ayuda de ella ya que hay platos que tienen nombres muy raros y no sé lo que contienen. Luego, pedí mi café con leche y nuestra cena se dilató más de lo normal, conversando de todo, como ya les había dicho, Irina sabía mucho de mi país y naturalmente mucho del suyo, así es que nuestra velada no tenía para cuando terminar. Si nos juntamos a las 20:30 sobre las 12 de la noche todavía estábamos conversando,

Ella me dice "¡Chileno! ¿Qué te parece si caminamos un rato?" Había poca nieve aun en diciembre pero sí mucho frío y llovizna. Me toma del brazo y me dice "Te llevaré a la iglesia donde se casó Pushkin, creo que no te llevé la última vez que salimos, está por aquí cerca" Caminábamos por la Avenida Noviy Arbat con el viento en contra de la cara y abrazados para poder escucharnos, pero para mí era tanto el frio que le dije "¿Y si lo dejamos para otro día?" total, estaré hasta fines de diciembre, además quiero que me acompañes a San Petersburgo. ¡No chileno! - me contesta ella con cara de pena, "esto no es frio, el verdadero frio llega en Febrero", "Luego pasaremos a tomar un buen trago de Vodka y verás cómo se te quita y entras en calor" Como no soy fácil de convencer, acepté inmediatamente y seguimos caminando.

Mientras nos alejábamos del centro de Moscú, las calles se hacían más oscuras y largas, y me dice "Vamos por esta calle que así no nos dará el viento de frente" Tengo la manía de mirar los nombres de las calles por todas las partes por donde ando, pero con esta fue el giro tan rápido que, además de la llovizna, sólo alcancé a leer Trubnikovsky, Esta calle, aún más oscura y como son la mayoría de las calles moscovitas, tenía casas muy antiguas, sus fachadas altas, de la época soviética que hacía más gris el panorama para ir con alguien abrazado. Ella estaba acostumbrada, pero el frio era tan intenso para mí que sentía mis pestañas pegadas a los párpados, y en un momento tuve que llevar mis manos con los guantes a mi cara para calentarla con el aliento, Irina se da cuenta que estaba congelado y sonriendo acerca su cuerpo abrazándome fuertemente con sus dos brazos sobre mi cuello y me da un beso, pero un beso 'caliente' literalmente es el beso más rico que me han dado en mi vida porque sentir su lengua caliente y sus labios suaves y tibios me dejaron en el limbo, no por el beso en sí, sino por el calor que me estaban devolviendo. Cerré mis ojos y sólo podía sentir sus dientes como mordían mis labios y le daban vida, me quedé quieto y me dejé besar no sé cuánto rato...

Seguimos caminando e Irina se acerca a un tipo que estaba de espaldas a nosotros en un portal, parecía un oso con el abrigo que andaba, y le pregunta ¡Isvinitie! (Disculpe) ¿Sabe usted si por esta calle llego a la Iglesia de la Ascensión? El tipo corpulento da un giro inesperado y brusco y la coge del cuello y la aparta del camino, al ver la reacción tan inesperada del ruso estiro mi brazo para poder coger a Irina y el tipo me dobla el brazo tras mi espalda y con su otro brazo me rodea el cuello inmovilizándome completamente, le da un punta pie a una puerta del lugar donde estábamos y, casi en el aire, me mete a unos cuantos metros al interior de la casa, estaba todo oscuro, yo solamente pensaba en Irina ya que no la escuchaba y no podía ver nada.

El tipo le da a una lámpara vieja en una orilla de la habitación, me sienta en una silla, amarra mis manos y pone un saco sobre mi cabeza, no podía ver, y estaba más que claro que en esa casa no vivía nadie. ¡Irina! -gritaba insistentemente- pero nadie me podría escuchar, estas casas tienen paredes de un metro de ancho para el frio y ya el tipo parecía haber salido de la habitación, por momentos comencé a angustiarme pensando en que nunca nadie se iba a enterar en dónde estaba secuestrado, pero tenía la esperanza de que Irina hubiese salido corriendo a buscar a alguien, ella por lo menos sabía dónde estaba encerrado.

Una media hora después, ya comenzaba a tener frio, tanto tiempo sentado, sin tener movimientos mi transpiración se secaba y el hielo se hacía más molesto. Intentaba zafar mis manos, pero era imposible porque estaba amarrado al respaldo y estiraba mis piernas intentando tocar o golpear algo para hacer ruido.

¡Irina! -continuaba gritando- sin poder ver nada, cuando escucho unos murmullos en ruso y varios pasos, siento que abren la puerta de la habitación, el ruido de una chaqueta que se quitan y sin hablar acercan la lámpara desde una esquina del cuarto. Quitan el saco que cubría mi cara, tirándome el pelo en el primer intento y con el brusco cambio de lo oscuro a la fuerte luz en mis ojos quedé temporalmente ciego, poco a poco voy recuperando la imagen de la sala y sólo puedo distinguir a una chica rubia en sujetador con unos pantalones de comando. ¡Irina! exclamé entre alegría y risas -es lo que podía distinguir- ¿Es una broma? le digo, pero ella sin mover un músculo de su cara se acerca y se inclina para decirme ¡Soy la agente del FSB Natalya Goncharova! mi nombre de agente encubierto para esta misión es Irina. A partir de este momento estás bajo mi custodia. Hemos seguido tus pasos en una investigación que ha durado 25 años y hoy es el momento en que culmina, de tu cooperación dependerá si de aquí sales vivo o en una bolsa plástica directo al rio Moscova.

Irina o Natalya, ya tenía una confusión, coge una carpeta de un cajón y me dice sin la sonrisa hermosa que compartíamos hace unas horas. Tengo tu informe completo desde el año '85, leeré primero lo que necesito, no quiero que interrumpas. ¡Igor! amordaza su boca para que no interrumpa. Igor, el gorila que me había cogido, también era una agente, y ya sin su chaqueta se veía su uniforme de la milicia rusa. Me llegó a crujir la mandíbula con lo bruto que fue para amordazarme.

Юрий Салазарь (Yuri Salazar) nacido en Santiago de Chile, comuna de Las Condes en 1968, has cambiado de residencia a la ciudad de Valparaíso y desde el año 1985 has pasado a ser parte de la lista de esta investigación por orden de nuestro superior, el General Юлиэнкоб Диьаз (Julienkov Díaz) Ha sido encargada tu vigilancia por los reiterados actos de insubordinación en la antigua sede del KGB en Valparaíso, camuflado como colegio de enseñanza escolar Carlos Cousiño. Se han seguido tus pasos por nuestros agentes encubiertos por los continuos romances iniciados desde aquel año siendo ello un delito de categoría tipo 'A' (Máxima investigación) el cual Julienkov persiguió y castigó en aquella época. Para no leer todo el informe sólo resumo que necesitamos saber de ti cuál fue o es tu relación actual con todas las personas de género femenino que tienes como contactos en Facebook. Si luego de esto determinamos que no han existido lazos amorosos o personales con alguna de ellas te dejaremos libre, de lo contrario serás torturado hasta la muerte. Te informamos que en forma paralela tenemos la información necesaria de todas las personas por el cual serás investigado, de cruzar nuestra información con la tuya y no coincide se aplicará la tortura sin compasión.

¡Agente Igor! quítele la mordaza a este desgraciado y déjenos solos. Ya me estaba faltando el aire por tener que respirar sólo por la nariz cuando, cansado, le pregunto ¿De qué se trata todo esto? y recibo el primer charchazo en plena cara ¡Aquí sólo pregunto yo y tú respondes! Ya me estaba asustando toda esta situación tan ‘tragicómica’ pero con el pasar de los minutos me fui dando cuenta que iba en serio.

Irina o Natatya, no sé cómo xuxa se llamaba me coge de la mandíbula con su mano derecha y con sus grandes ojos azules me mira y me dice ¡Comenzamos!

Abre el informe, o carpeta roja, en la que pude divisar mi foto y me dice: "Iremos por orden, te daré el nombre y me dirás quién es y qué relación tuviste con ella, si mientes recibirás castigo y si has tenido algo con alguna de ellas la orden de Julienkov Díaz por desobedecer su reglamento es la muerte."

Agente. ¡Ana María Miranda!

Yuri. Es una amiga de muchos años, la conocí antes de entrar al Cousiño.

Agente. ¿Andabas con ella en el colegio?

Yuri. ¡No! sólo amigos, pero te puedo decir con los que anduvo ella...

-- ¡Segundo charchazo! ¡Aquí sólo yo pido información!

Agente. Alguna de ellas: Sandra Díaz, Angelina, Carla, Sheila, Fanny, Jessica, Patricia

Yuri. ¡No! Ninguna de ellas, ellas eran regalonas del July…

-- ¡Tercer charchazo más combo! No se llama July, su nombre es Julienkov y él no tenía ‘regalonas’...mi boca comenzaba a sangrar…

Agente. ¡Macarena!

Yuri. ¡No! nada, estaba buena pero sólo fuimos compañeros, pero te puedo decir con todos los que anduvo…

-- Irina o Natalya se sienta sobre mí, pone mi cabeza entre sus pechos y con ambas manos me aprieta contra ella ¡Era terrible! ¡No podía respirar! ¡Sólo yo hago preguntas! me gritaba...

Agente. ¡Karina!

Yuri. ¡Nada! ¡Lo juro! Yo la amaba pero me cambió por el Carrillo

Agente. ¡Mentira! Tenemos muchos papelitos interceptados ¿Y por qué le enviabas tantas cartas?

Yuri. Se las enviaba pero nunca me respondía, Sólo una vez quise darle un beso y me giró la cara…

-- Irina o Natalya se sienta de espaldas sobre mí y con todo el peso de sus nalgas daba golpes sobre mis genitales ¡Era terrible!

Agente. ¡Gloria Camus y Rosa Morales!

Yuri. ¡Nada! Estaban buenas pero eran mucha carne para tan poco gato, pero te puedo contar con todos los que ellas anduvieron...

-- ¡Cuarto charchazo! nadie te aprieta el cogote, responde lo que te pregunto...

Agente. ¡Nury Karstulovic!

Yuri. ¡Nada! ¡Jamás! sólo fuimos amigos

Agente. ¡Tenemos fotos tuyas saliendo del colegio con ella de la mano!

Yuri. Deben estar trucadas, una vez le di la mano porque se dobló un pie…

-- Irina o Natalya se quita el sujetador, abre mi camisa y aprieta sus pechos contra mi pecho ¡Noooooo! -¡Me quemaba, era terrible!

Agente. ¡Jacqueline, Lorena, Virginia, Leandra, Luisa, Marcela, Maysa, Sandra Aliaga!

Yuri. ¡Nada! ¡Nunca! ¡Con ninguna! ¡En ninguna parte! ¡Ni en el sótano, ni en los baños! ¡Lo juro! Pero te puedo contar con quienes andaban ellas y los pololos que se quitaban entre ellas...

-- Irina o Natalya aun sin sujetador y sentada sobre mí comienza a meter su lengua en mis oídos ¡Dios! ¡No puedo oír nada! Y mi piel se ponía como carne de gallina ¡Era terrible!

Agente. ¡Milena!

Yuri. ¡Nada! me gustaba pero me ignoraba, Yo era muy inocente y a ella le gustaban maduros…

Agente. ¡Viviana y su hermana melliza!

Yuri. ¡Nada! También me gustaba pero nunca lo supo, le gustaban con autos y yo sólo la podía sacar a caminar por Esperanza.

Agente. ¡Pero tiene cartas tuyas! y pasabas metido en su casa.

Yuri. Pero a ella le gustaba otro, le pedí que se casara conmigo pero me rechazó, te puedo contar los pololos que tuvo la hermana si quieres…

-- Irina o Natalya, aun sentada sobre mí, me cogió del pelo y restregaba mi cara sobre su cuerpo húmedo y rosado ¡Qué asco! ¡Era terrible!

Agente. ¡Verónica!

Yuri. ¡Nada! ¡Esto sí que es verdad! ¡Lo juro! ¡Jamás hablé con ella!..

Agente. ¡Tenemos notas tuyas y fotos!

Yuri. ¡Son falsas! Además le gustan pequeñitos y morenos, tipo peruanitos o fonolas…

Irina o Natalya me grita ¡Morirás por mentiroso y hocicón y te tiraremos al rio Moscova!

Con sus dos manos me coge de la cabeza, me la inclina hacia atrás y mete su lengua larga hasta mi garganta ¡Era terrible! ¡No podía respirar! a ello la malvada agregaba espasmos con su cuerpo y quejidos que me traumaban, me faltaba el aire con su lengua larga como si me quisiese besar, pero obviamente yo no caía en su juego, sabía que era parte de la tortura, pero no tenía aire y comenzaba a sentir frio, estaba desesperado cuando siento unas manos suaves sobre mi cara y una voz dulce que me dice ¡Yuri! ¡Chileno! Veo que te gustó mi beso, te has quedado como soñando ¿Nos vamos? que ahora sí hace frio. Pasamos la calle abrazados con Irina, en aquel portal no había nadie, la miré a ella y le dije ¿No eres espía del KGB verdad? ¡No! ¿Por qué? -Me dijo ella - ¿Quieres que te torture? …

sábado, 10 de abril de 2010

Tainted Love

Me aplastaba la noche de aquel sábado 16 de septiembre de 1989, con mi problema de siempre, bajar a última hora de la noche de los cerros porteños por andar de enamorado. Abría y cerraba mis manos insistentemente por el frio pero no había caso que se calentaran mis dedos, ya habían pasado más de 45 minutos esperando una micro, o un colectivo, pero cada vez me congelaba más.
La 1 menos cuarto de la mañana y me pilla una tormenta porteña, que a lo único que atiné fue a subir el cierre de mi chaqueta y ponerme a caminar, rápidamente, en dirección al plan de Valparaíso. La parte alta del cerro Cárcel, más arriba de la Avenida Alemania, tiene muchas casas antiguas, de una época semi Colonial, en los que podía descansar, de casa en casa, bajo unos pequeños alerones de tejas y latas para no mojarme. La lluvia, que ya no paraba, no me dejaba ni mirar la calle y tapaban completamente de agua mis zapatillas.
En uno de esos saltos, entre cada portal, tropiezo con unos trozos de una escala deshecha, sueltos por la humedad y con la fuerza del golpe abro una mampara apolillada que me tira dentro de la entrada de una de estas casas, cayendo de rodillas. Asustado por el golpe, pensé que saldría alguien a reclamar por haber entrado sin permiso, pero la casa estaba obscura. Con una corta mirada y con mis ojos empapados por la lluvia sólo podía apreciar unas paredes forradas de tinglado que, por la poca luz, parecían de un color verde obscuro. Suavemente, abro la puerta de entrada, con el típico sonido de una casa vieja cuando das un paso y grito hacia adentro ¡hola!, más que nada para pedir disculpas y explicar lo que había sucedido, pero no había nadie. Mi actitud fue salir para que no pensaran que estaba robando, pero un detalle llamó mi atención cuando giré para devolverme. Un cuadro gigante sobre la pared, que por la poca luz sólo podía apreciar una capa negra. Busqué un interruptor y sólo se encendió la luz del portal, pero podía ver con más claridad aquella figura. Era un hombre muy alto, de pelo corto regular, con un fino collar negro, como un trozo de cordel que reemplazaba una corbata en su camisa blanca y su larga capa negra, parecía un capellán de la Armada. Giré mi cabeza para intentar encontrar otro detalle en aquel salón tan frio y solitario pero sólo vi una chimenea muy grande, que por lo visto no tenía uso ya que dentro estaban las palas y el acordeón del aire, muchas mesitas como esquineros, con adornos dorados, una alfombra muy grande sobre el suelo, un teléfono antiguo, libros, candelabros y las cortinas cerradas. Era todo tan extraño, que una casa tan grande tuviera su puerta sin ningún tipo de protección, vamos, que me podría haber llevado todo y nadie se habría enterado. Quise salir inmediatamente y cuando giro mi cabeza hacia la entrada me topo de frente con una señora cincuentona, de estilo Caucásico-Panchesco, o sea, de Cerro. Me mira fijamente a la cara y, antes que comience mi tímida intención de disculparme por haber entrado en su casa sin un motivo aparente, me dice en tono medio inglés:  ¿Buscai a la Maryorie? ...¡Ehhh! - intenté responder- y me interrumpe para decirme, "¡La fiesta es al fondo!" "¡Ya empezaron ya! Están re-entretenidos los cabros y muertos de la risa" ¿Y por qué vení tan tarde? ¿Apuesto que no había micro con la lluvia?
Haciéndome el weón, lisa y llanamente, seguí el juego de la señora y la acompañé al fondo de la casa, ya no tenía tiempo de echarme atrás con una excusa del tropezón porque no me la creería y habría dado por hecho de que era un ladrón. Pensé entonces- si es una fiesta, saludo a un par de personas y en cuanto se distraigan, me largo.
¿Cómo te llamai? Me dice la señora - ¡Yuri! Le respondo - ¡Ah, como la cantante! Yo te amo, te amo... ¡ja ja ja! Y soltó un par de risas la vieja chica. Cruzamos un pasillo largo, salimos a un patio muy grande y obscuro y corriendo cruzamos al fondo, en una especie de galería acristalada se escuchaba de fondo música de los 80's. ¡Suerte la mía! Nada más entrar veo a toda la gente de mi edad, ¡listo! Un par de abrazos y me largo. -pensé otra vez-  ¡Maryorie! Grita la vieja a toda boca - ¡aquí está el Yuri!..- Pienso otra vez ¡Madre mía! Y a esta qué le digo si no la conozco, aunque tenía una leve esperanza de haberla topado en alguna fiesta o como sea una ex con la que hubiese terminado mal, aquí mismo me linchan.
En ese instante, se acerca Maryorie, una chica de 1.50 mts, pelo ondulado, piel blanca, y ya sólo con este detalle me volvió el alma al cuerpo, si tiene la piel tan blanca es porque no sale a la calle y por ende... ¡no me conoce! –Podría inventar una excusa- Tampoco debe tener muchos amigos, Además, el vestido... ¡madre mía! El vestido lo había sacado del baúl de su abuelita, con tablitas que no podían estar más rectas, de cuadritos rojos con negros y unos zapatos negros que estaba claro que eran nuevos por cómo brillaban. Hay que ser sincero y objetivo...la chica era feíta. ¡Hola! -Me dice, se acerca con su mano y coge la mía y me da un beso en la cara, sus bigotes me hicieron una suave cosquilla-  y viene mi primera salvada ¡Felicidades!- Le digo. Esa sencilla palabra era el comodín para no meter las patas... ¿Felicidades de qué? ¿Cumpleaños? ¿Santo? ¿Primera Comunión?..¡Gracias! –Me responde- Pues ¡me salvé! - ¿Me parece que no te conozco?- Me dice con una sonrisa más bien seria...-Piensa Yuri ¡Piensa! A qué mina conozco por la Avenida Alemania, ¿la Pollo?, no, vive muy lejos, al principio de Av. Alemania, ¿La Pillina? También vive lejos, ¿Milena? No, muy arriba, ¿Paola? menos, no le gusta salir, ya que estamos siempre en la escalera de su casa, ¿Ximena? No, vive muy abajo, además, sólo conozco su cuarto, ¿Cecilia? Ella no tiene amigas, sólo me tiene a mí, ¿Yohanna? No, es muy seca y nos besamos sólo en su puerta, ¿Paulita?, no creo, es muy loca para juntarse con esta monjita, ¿La Jacque? Nooo, vive muy abajo, hacia el Cº Bellavista, además me odia. ¿Evelyn? Ella puede ser, es estudiosa y vive en subida Cummings, pero no creo, es muy celosa, no creo que tenga amigas. ¿Vero? menos, desde que me dejó no pasa en su casa, además ya tiene un niño de 2 años. ¿Alejandra? Mejor que no, llega a ser amiga de Alejandra y se lo cuenta, me matan. ¡Dios mío! ¡No conozco a nadie!..¿Me invento un nombre? Pero ahhh -¡Claro! Me salta el nombre como si me lo hubiesen tirado desde cielo y le digo: "¡Soy amigo de Antonio!" - ¿Antonio?- Dice ella, con cara de duda. ¡Sí! –Le respondo- Antonio Dálbez, él me invitó, pero no estaba seguro de la hora en que iba a llegar...ya empezaba a transpirar helado y por los gestos de su cara veía que no la convencía mucho el nombre de mi amigo. En eso, una chica que estaba a su lado, se acerca a su oído disimuladamente y le dice ¡Ahh, no será el volao que vive más abajo! ¡Ahh, sí! ¿Eres amigo de Antonio? Pero con él no somos amigos, lo conozco de vista solamente. Me excuso inocentemente, con mi cara de ángel y le digo: ¿Tal vez me ha hecho una broma? Porque no lo veo por aquí. ¡No te preocupes! Tiene fama de pesadito pero igual estás invitado, ¡pasa!..Y en mi frente sale escrito: ¡salvado!
Ya que estaba autorizado, me quedaría un par de minutos, la música estaba bien buena, había bastante cosas para picar y para tomar, me solté el cierre de la chaqueta, me eché un poco de aire con las manos ya que la bochornosa entrada me tenía totalmente acalorado..cuando de pronto, un corte de ritmo de la música de un pseudo DJ hace sonar el tema 'Tainted love' de Soft Cell, ¡ufff! esta canción me transforma, y con todo el stress acumulado sólo quería relajarme y me salta la necesidad psicótica de abrazar a alguien y ponerme a bailar al ritmo de su música, lentamente .."Sometimes I feel I've got to
Run away I've got to...” doy un vistazo rápido e intento buscar la mejor cara de todas las invitadas y además que estuviera sola para no meterme en otro lío...Y salta mi fino ‘Radar’ a trabajar, había bastante luz así es que confiaba en mis sentidos y en mi buen gusto,  con lo que mi 'Radar' inmediatamente detecta una cabellera rizada -ya era buen comienzo- El ‘Radar’ me entrega el cálculo estimado de la altura de la presa: 1.70 mts, con una cintura visible de un chaleco ajustado hasta el muslo medio, airbags de buen tamaño, instalados y funcionando, jeans ajustados que invitaban a una sesión de lambada segura - a posteriori- ; Pero todo dependería de sus manos, sus manos son para mí lo más importante, pero eso no lo contrastaría hasta después de sacarla a bailar. Tiempo estimado de impacto 1, 08 segundos, ¿Bailamos? -le dije, y la respuesta aprobada llegó inmediatamente, mi cerebro da la autorización para abrazarla porque, al momento de su respuesta detectó que su sonrisa era perfecta, sus labios no estaban tan pintados y el tono era un color palo de rosa, muy suave para el color de su piel ¡Era perfecta!. El ‘Radar’ continúa su trabajo y me indica: tiempo estimado para acoplar 0.08 segundos, -acoplamos- abrazados, ella sube sus brazos sobre mis hombros, rodeando mi cabeza y ajustando sus airbags en mi pecho perfectamente - y ya eso es una muy buena señal, cuando una chica baila contigo un blues y te pone las 'manos' sobre los hombros no hay que perder el tiempo y decirle que vas al baño, está claro que no quiere bailar contigo, y no aceptará punteos (me refiero a los giros propios del blues) pero cuando te abraza completamente es porque "Ese webito quiere sal". El Sistema continúa indagando más variables importantes y me entrega la base de datos de perfumes, su oreja ya estaba en mi nariz por lo que el acoplamiento ya era fijo y perfecto. Cuando las glándulas sudoríparas de la mujer se exaltan por un abrazo masculino, éstas generan automáticamente espasmos en la parte superior de la piel, por lo que las capas donde han sido palpadas con perfume comienzan a expulsar el olor, tal como funcionan las partes que tienen latidos, muñecas, cuello, lado posterior de la oreja, etc..Y otros sitios que sólo yo he descubierto y que no estoy dispuesto a revelar. Mi base de datos me indicaba que el perfume era marca Clío, de aroma muy suave, comprado en la perfumería de Cruz Verde en calle Condell hacía dos semanas aproximadamente. La orden había sido enviada, había que atacar, todos los sondeos indicaban que la presa cumplía perfectamente con los requisitos, faltando sólo por confirmar 'sus manos'. Las estrategias de ataque y seducción ya se habían activado por lo que el baile, siendo un blues, debía ser diferente, no hay que girar, y con un leve balanceo de lado a lado ella me sigue el juego, al no girar, la mejilla de ella se queda fija, junto a la mía,  y el roce en 'reversa' ya va en dirección a la unión de los extremos de ambas bocas- El 'encajonamiento' ya era evidente. Tiempo estimado de atraque, 1.2 segundos... y avanzando. Pero intempestivamente saltan las alarmas ¡Alerta! ¡Precaución! ¡Cuidado! ¿El chicle weón? ¡xuxa! ¿Dónde me meto el chicle? Mi Dentyne blanco, con olor a calorub que siempre me acompaña, estaba en la 'zona de tiro' no la puedo impactar con un chicle en la boca, ¡nunca tan rasca! ¡Lo siento!, ya no había tiempo, imposible abortar la misión, su mejilla se desplazaba por mi cara, húmeda por el nerviosismo, a una velocidad de 1cms por segundo. Se envía la orden directa a la lengua para que retire al intruso, ¿Dónde xuxa lo guardo? ¿Bajo la lengua? ¡No! -negativa- Mi lengua sería el actor principal en esta misión y sin saber aun el largo de la lengua de la presa, podría ser detectado. Violentamente, el chicle es apresado por mi lengua y aplastado por los molares nº 3 y nº30 y dejado totalmente 'plano', luego, la lengua lo arrastra sin compasión y envuelve con él la pieza nº32, al último molar de mi cavidad bucal, simulando una funda dental, hasta allá no debería llegar su lengua, era el sitio más apartado de la entrada. En último caso, si la emergencia lo amerita, sería tragado sin compasión. ¡Impacto! No hay tiempo, abro mi boca y... ¡¡Vaya lengua la tía!! Lo primero que vuela fue el chicle tan estratégicamente camuflado, mi cara estaba deformada por el impacto, ella me besaba y yo me imaginaba que estaba en una sesión de muecas ¡vaya beso! Si no me suelta, nunca me habían dado un beso con tanta energía, además, sus dos manos se ubicaron detrás de mis orejas y no me daban opción ni siquiera de mover mi cabeza hacia atrás, era tanta la efusión de aquel beso que ni se me pasó por la cabeza meterle mano, estaba totalmente preocupado de volver a respirar algún día. Nunca mi canción '‘Tainted love’' había sido tan larga, no tenía cómo zafarme de ella, estaba hipnotizada, no reaccionaba y su lengua no dejaba de batirse dentro de mi boca ¿y el chicle? El chicle ya era un detenido desaparecido más en este país, nunca supe si se lo tragó ella o me lo tragué yo pero desapareció de esta historia.
Lo último que recuerdo es que el beso duró la mitad del tema '‘Tainted love’' y el tema completo 'Lies' de Thompson Twins -que no tienen nada de blues- Sus ojos se abrieron lentamente -los míos siempre estuvieron abiertos intentando zafarse- Ella baja sus manos y suavemente coge las mías, yo levanto ambas manos de ella y disimuladamente las abro frente a mí, eran preciosas, muy suaves, dedos finos, con uñas largas, pintadas color marrón, un sencillo y fino anillo en los dedos anular de cada mano y una pulsera muy fina en la muñeca izquierda. ¡Aprobada! ¡Con sobresaliente!; La verdad es que cumplía todos los requisitos para ingresar a mi lista de visitas frecuentes para los sábados por la tarde o bien los domingos en la noche, ya que es cuando las chicas más necesitan compañía, para comenzar psicológicamente bien una semana más.
En eso estaba cuando nos acercamos tomados de la mano, a un costado de la mesa del cocktail y con una sonrisa conquistadora, lista para hacer el fichaje del año y con quien me luciría delante de mis amigos la siguiente semana de fiestas patrias le digo, mirándola a los ojos ¿Cómo te llamas? Ella me muestra su dentadura perfecta y con una sonrisa suave me contesta: "FLOL"
Los Sistemas se cortan violentamente, como si de un apagón se tratara y para sobreponerme a la fatiga y esperando haber escuchado mal, le pregunto otra vez, ya más serio ¿Y de dónde eres? Y me remata con la frase "Del Zerro dal-lao"
¿Me disculpas? Voy un momento al baño - le dije. …¡Y nunca más volví!
tainted love ..tainted love .. touch me baby, tainted love ..

La leyenda jamás contada ..

Cuenta la leyenda que en el año 1285 d.c. , a las puertas del Castillo Colonés, se presentó un joven de hermosa armadura, con un escudo de fondo colorado y 13 estrellas doradas, que en gloriosas luchas había ganado. No era fácil derrotarlo y se quedaba con la estrella de quien osaba retarlo. Dicho joven, de gruesa y fuerte envergadura, solicitó a viva voz al Castillo entrar, presentándose como el heredero de fino linaje, hijo de Lope García de Salazar.

Viniendo ganando cuanta lucha y guerra se asomaba en su camino, su estirpe nace en la comarca de Las Condes, a muchos kilómetros de este destino. En las faldas de la Cordillera Castellana creció y maduró en los villorrios pegados al Reyno de Santiago del Nuevo Extremo y decidió emprender el viaje, mas donde nunca estuvo, en dirección al escondite del sol para ganar una estrella más en su colorado escudo.

Su caballo, Quetimporta, forrado en armadura color grafito, sólo dejaban ver su cola larga arábiga y sus ojos rígidos desafiando al infinito, lo que en unión sólo eran uno para unir, en cualquier combate, fuerza, velocidad y triunfo.

Miró en las puertas del Castillo ningún peligro cercano que pudiese encontrar de distraído, mientras desmontaba su elegante caballo, dejó su lanza junto al muro, cubriendo la placa de metal donde se leía “Castillo Colonés como ninguno”, y bajó sin antes girar su cintura con la pierna izquierda en alto sin soltar las riendas de Quetimporta, para evitar clavarlo con su espada más corta.

Tras la gruesa puerta del Castillo, en rejilla de cuadros, lo asoma una señora, fea por lo demás, quien lo obliga a identificarse, pues su postura era cerrarse a cualquier excusa de entrar si ella no lo quisiera, no podría pasar...

Portera.- ¿Quién pretende entrar en el Castillo, sin la clase ni autorización que ni dios ni el Rey han remitido? - dijo la señora tras la reja - con aliento de tigre y unas cuantas cervezas ¿No sabe que el Castillo sólo abre siquiera cuando la orden viene del Rey y no de cualquier bufón que lo quiera?

Sorprendido el joven medieval por tan altanera recepción, habiendo tras la puerta la que sea, le increpó con dureza que aunque sólo veía sus ojos, se la imaginaba muy fea.

Yuri.- Soy Yuri el Grande, de fino linaje es mi apellido, que mucha sangre he esparcido para ganarme mis estrellas, vengo y quiero entrar en el Castillo donde me dicen que está mi bella Doncella.

Portera.- Para Doncella la de la puerta, si la quiere con experiencia, cocino lavo y plancho y para lo que menos se piensa. Mi trabajo es de portera pero necesito una pista, y la Doncella que sea para saber por su nombre si es bonita o fea. En este Castillo medieval se esconden doncellas hermosas con faldas y delantal, sin aprobar por la palabra del Rey ningún hombre han de mirar.

Yuri.- Su nombre comienza con ‘K’ y por el Castillo corrotea, me han dicho que es hermosa pero se junta con puras feas. Si no abrís la puerta la atravieso con mi lanza de acero, me ensillo en Quetimporta y el Castillo desmantelo.

Portera.- No podrás entrar, joven lancero, la puerta está sellada y el picaporte llega hasta el suelo, si embestís por la fuerza primero me quito y luego me callo pero recuerda que haremos una buena sopa con tu caballo.

Yuri.- ¿Y quién es ese Rey del que tanto respeto usted cuenta? muy macho no debe ser si tiene una mujer en la puerta. Decidle que debo entrar y que mi ira no ha de provocar, si no entro por el frente, debe haber una de atrás. Sólo quiero a mi Doncella conquistar, su perita en dulce en mis sueños soy y nada más verla, sin conocerla, cogeré su mano y la llevaré a mi hacienda. 100 hijos e hijas tendremos, legítimos y hermosos como ella corrotearan por la finca, los jardines y la verja.

La leyenda de Yuri el Grande, señor de Las Condes del Santiago del Nuevo Extremo, cuenta que 4 días al sol permaneció fuera del Castillo, en aquella puerta perdiendo el sueño. La tarde de aquel septiembre de 1285 d.c, cuando entraban al Castillo los juglares de Nora y Pancho, el joven medieval con los bufones se mezcló y amarró su caballo a una carreta que, alejada, última entró. La portera, preocupada de abrir bien las puertas, de su ausencia ni se percató y en voz baja exclamó, ¡El payaso se cansó o se aburrió!.
Antes de bajar de la carreta, en el patio principal del Castillo, junto a los fondos en la hoguera, al joven, muy oculto, una hermosa Doncella lo encandiló, sus pantorrillas gruesas como Nelly Furtado desde el otro lado del patio le llamaron la atención. Aquella Doncella, tomaba el sol con una blusa blanca y una falda tricolor, con unos pechos enormes alejaba de ella los mosquitos que intentaban llegar a su corazón. El joven medieval, en sus pensamientos y con voz baja exclamó ¡Ella es! la que en mis sueños me miraba, de la mano me tomaba y la lengua bien adentro me metía cuando me besaba.

Saltó de la carreta, el joven aun armado, de tanto peso que traía, se sacó la cresta y en el suelo quedó estampado. Tanto ruido causó, aquel salto osado, que la Doncella giró su cara para ver quién era el amermelado.

Cayó de su yelmo de la armadura la tapa que cubre los ojos, y sólo la pudo mirar, con enojo, entre las oxidadas ranuras. A ella le llamó la atención, qué payaso se viste de armadura con este calor, si viene de un juglar debe oler como ratón. El se acercó con dificultad hasta buscar su mirada y confirmar así que de su amada se trataba, ella volvió a pensar ¡Y este qué me mira! seguro no pensará ligar, serán mis pechos grandes los que lo hacen gotear. A dos metros de ella la tapa de sus ojos pudo sacar y por fin un poco de aire sus pulmones pudieron tragar. Entonces, quitóse los guantes de lata y como pudo su rodilla quiso flectar para, en un primer intento, con ella poder conversar.

Yuri.- Soy el polen de tu flor que a mil kilómetros huelo y tu alma quiero fecundar, te he buscado hasta aquí y por fin te he podido hallar.

Doncella.- ¡Qué dices payaso! si no te he visto ni en pinturas, mire que de armadura quererme conquistar, seguro que te asustas si otro botón me atrevo a desabrochar.

Yuri.- En mis sueños has estado, como un ángel celestial, me acariciabas con tus manos y escalofríos me has de dar.

Doncella.- Ya te estás pasando rollos degenerado, además, yo ya tengo un novio y ni tonta me quiero casar.

Yuri.- Dime ¿quién ha besado tus labios rojos como mi escudo? que sumaré otra estrella cuando le dé por el..por el..por el, vamos que me lo cargo.

Doncella.- Ja ja, tú quieres cargarte al Carrillo, si ese de mi mano come pero es terco como un novillo.

Yuri.- Tu corazón vine a buscar desde Santiago del Nuevo Extremo hasta el mar, y como la luz de un lucero tu aroma me ayudó a llegar.

Doncella.- Me habían dicho cosas bonitas, pero creo que te estás pasando, cálmate un poquito porque me estás excitando.

Yuri.- No busco tu atención, en mis sueños tu nombre está, si no me creéis que digo la verdad ¿Acaso tu nombre no empieza con ‘K’?


Doncella.- Ahora que bien recuerdo, una vez borracha en una fiesta del Castillo, soñé que un Caballero armado, en sus brazos me rescataba, los detalles ni te los cuento, como dice Sir Arjona si hasta la sombra me besaba. Pero dime joven armado, ¿Cómo sabes la letra de mi nombre si ni de niño te conozco ni en el Castillo, ni en los cerros, no te he visto ni en mis sueños ni en una simple pelea de perros?

Yuri.- Que te sueño hermosa mía, si nuestro destino es divino y te he recorrido millas hasta ver tus pantorrillas.

Doncella.- Dame otra pista joven de la armadura, no creas que soy tan fácil, aunque me ganes con ternura.

Yuri.- Tu padre es Conde de Larrañaga, y tu madre hija de la Esperanza, gestaron una bella Eva hermana de mi Doncella.

Doncella.- Ya me estás asustando, cara de lata, con lo que me estáis diciendo ya me dolió hasta la guata.

Yuri.- 100 hijos vamos a tener entre niños y niñas, tan hermosos como su madre, que nuestros apellidos perdurarán hasta que el mundo se acabe.

Doncella.- ¡Tai ma weón que 100 hijos vamos a tener!, ¿Los vas a parir tú o con probeta los vas a hacer?

Yuri.- Es poesía amada mía, aunque con esa delantera la leche no escasearía.

Doncella.- Ya, pero esto es genético, no es para tanto trabajo, por ser Doncella debo cuidar mi figura, antes muerta que sencilla. ¿Y qué más has soñado el Caballerito arrebatado, tienes algo más que ofrecer o vamos a vivir de enamorados?

Yuri.- La idea es llevarte conmigo, pedir la mano a tu padre y antes que cante el gallo en la iglesia desposarte. Para luego de la fiesta, en la ciudad o en el campo, ponerte horizontal y los ojos bien blancos. Si he llegado hasta aquí, ha sido por mis sueños, por mi fiel caballo y como 300 perros. ¡Cásate conmigo hermosa Doncella! si no quedas tonta te haré ver estrellas, desde este mismo puerto nuestro amor, cual barca zarpará, te llevaré por el mundo y nada de nada te faltará.

Doncella.- ¿Cómo quieres que te responda ahora mismo, con ese casco tan frio si ni tu cara aun he visto?

Yuri.- Es que me quiero casar de uniforme, con él me siento seguro, nuestro amor protege de los rivales más duros.

Doncella.- La verdad que harto me aburro aquí, entre tanto guardia colizón tal vez una canita al aire le haga bien a mi corazón. Pero ¿Cómo me llevarás de aquí, tienes carreta 4x4 o debo comprarme unos zapatos?

Yuri.- Tengo todo lo que tengo mas mi amor y ‘Quetimporta’ mi valiente caballo y una espada un poco corta.

Doncella.- ¿No pensarás llevarme en tu caballo y miles de kilómetros cabalgar? entre sexo y aventura no me podré ni sentar.

Yuri.- Te dejaré a ti mi silla, delicada Doncella, y yo cogeré las riendas, metido en mi armadura por cabalgar a pelo no me hará ni cosquilla.

Doncella.- ¡Ahhh! ¡Eres tan romántico! que no había visto hombre, ¿A todo esto? ¿Me has dicho tu nombre?

Yuri.- Soy Yuri el Grande, hijo de Lope García de Salazar si no nos apuramos tendremos que arrancar.

Doncella.- ¿Supongo que harás honor a tu nombre? joven medieval ¿Si tu espada es muy corta no me he de ilusionar?

Yuri.- Si la espada es corta, es porque va en la cintura ¿O no te has dado cuenta que 3 piernas tiene mi armadura?

Doncella.- Ya tienes lo que querías, mi mano y mi corazón, está bien ser el jovencito pero no seas tan cachetón.

Doncella.- ¡Pero el Rey! ¡Amado enamorado!, el Rey es nuestro problema, no las puertas ni el pestillo, sin su permiso no podremos salir de este Castillo.

Yuri.- Ni Rey ni Reyes, ni guardias cuidando, si es con mi Doncella, así como entré saldré peleando.

Doncella.- Por la puerta grande está el guardia principal, le llaman Fuenzalida y si nos ve, la cabeza te ha de cortar. Por el portón de los baños está un tal Saray si no te ríes con él nica te escapai. Pero por la puerta de Dirección hay un guardia llamado Cataldo, es un poquito raro pero si le cierras un ojo creerá que está pinchando. Yo voy por mis cosas y tú al caballo ve silbando, dile que por calle Retamo salimos arrancando.

Pero el destino en el Castillo es juguetón, cuenta esta leyenda anónima, no salieron por la puerta menos por el portón. La Doncella fue por sus cosas, sus vestidos y sus bragas, pero en la habitación de la Torre por fuera fue encerrada. El joven medieval, atrás de una carreta a su caballo fue a silbar, pero con la mansa sorpresa que vio se llegó a asustar. Su caballo con una manta blanca y una cruz roja en el pecho estaba, como la bandera del Catillo que hasta la cola le flameaba. Más fue su sorpresa, que el mirar por la carreta, cuando 4 guardias y un enano por detrás lo apresaban, se escucharon forcejeos, gritos y patadas, pero cada vez más guardias sobre él se abalanzaban.

Este Castillo es famoso en la región, tenía Doncellas hermosas, pero su Rey era un cabrón. Cualquier joven que intentaba entrar en él en busca del amor, a los días, su cabeza rodaba como un balón. Pero el joven Salazar, por más que intentaba, de sus captores no se podía zafar, y bajo la capilla del Castillo lo tuvieron que encerrar. Cuentan las malas lenguas, que con los siglos y el paso del tiempo, aquel Castillo se transformó en un colegio, donde por los pasillos mas solitarios una pareja invisible ayudan a los enamorados.

¿Y cuál fue la suerte que corrieron estos dos enamorados? según algunos libros antiguos, ellos siguen encerrados. Pero un libro que guarda el cura en la capilla, junto a ostias y copas, está escrito lo que les ha sucedido. La portera vio el caballo en la carreta amarrado y de un solo grito al Germán de los Vergara llamó para contarlo. Prepararon la emboscada para que, sin darse cuenta, quedaran atrapados. Pero Yuri el Grande no lo era por su nombre sino por su inteligencia deslumbrante. Dos Doncellas, que muy jóvenes eran, le dejaron la llave en la comida metida en su celda, Rosa y Lola las llamaban, una rubia y otra morena, distrajeron al guardia con sus buenas delanteras para que arrancara por la escalera. El, sin parar, hasta lo más alto de la Torre subió y al guardia de su Doncella con sus manos estranguló. Por los techos del Castillo, él protegía a su Doncella con la espada más corta, mientras ella, de un solo silbido, avisó a Quetimporta. Saltó Yuri el Grande sobre la silla de su caballo y le gritó a su Doncella para recibirla entre sus brazos, pero ella no se decidía, era muy alta la altura y las bragas se le verían. Dos guardias del Rey se tiran sobre ella, y cuando al joven lo invade la angustia, ella de su blusa se despoja y se lanza para que la coja. Con un apretado beso sellaron su amor y cabalgaron, rápidamente, en dirección a Pedro Montt y los pastores, de la hoy calle Retamo, fueron testigos de tanto amor prohibido que el Rey tenía en su Castillo.

Muchos siglos han pasado, cuenta la leyenda que en los ochenta un Tirano a aquel Rey había imitado, y a un joven muy parecido tenía identificado y aunque su nombre se parezca, en encanto e inteligencia, ya con lo de las 3 piernas, no es una mera coincidencia.

F i N

¡Odio esta canción!

Sigo sin saber lo que piensa, pero puedo entender lo que siente, tampoco soy un maestro pero soy hombre... En 10 minutos bajaríamos desde el 3er piso del edificio del colegio, en aquella tarde fría de abril, después de habernos reunido todos con nuestros respectivos profesores jefes en las salas de clases. Era nuestra primera fiesta-cine del año y la pasaríamos junto a las chicas de nuestro colegio, obviamente, todos andábamos con ropa de calle, o sea, era un acontecimiento más que importante para los hombres.
En esos precisos momentos, terminábamos la merecida charla de nuestro profe Ramón Ramírez con las recomendaciones de siempre, comportarse como caballeros con las niñas y bla, bla, bla.. Sin querer, a mi derecha, vi cómo Joselito se secaba sus manos húmedas en su camisa de seda, obviamente con el frio que hacía, su sudor era más bien nervioso. Mordía su dedo gordo de la mano derecha y no paraba de refregarlas contra su ropa, una situación que me puso en alerta dado el carácter rudo y frio de Joselito en aquellos años.
José Contreras, Joselito, vestía camisa de seda blanca alba con un corbatín de hilo negro de donde colgaba una Estrella de David de oro de 84 klts. jeans Ellus de la época, color azul oxidado, botas vaqueras de piel de vaca con punta de acero inoxidable, reloj de oro de Lotusse, anillo de perla negra de Siberia y un abrigo fino de piel de Ante color crema, con el corte perfecto a su altura, y lo más importante, su sombrero de buey negro con rayas de cebra de la sabana africana, regalo de su abuelo, oriundo de Dallas, que se lo había enviado directamente al colegio por LAN Courier a fines del año anterior. Estaba claro, había venido con su pinta más sencilla por los nervios que veía en él, observé que no deseaba sobresalir mucho.
Mi pregunta fue inmediata e inocente ¡Qué xuxa le pasa a Joselito! Nunca fuimos tan amigos, hasta ese momento sólo nos unía el colegio, además, su carácter serio y matón no iba conmigo, sólo con los más desordenados. Rara vez hablábamos algo, algún cruce de materias o dudas pero siempre eran cortadas por los abruptos cambios de carácter de Joselito y hasta ahí llegaba la conversación.
También hay que tener en cuenta su estado atlético, tenía una espalda talla 50, que para aquellos años era mucho, y unos bíceps con los que podía partir nueces, en educación física le apodábamos 'el croissant' por su aspecto de los dos brazos inclinados hacia adelante como sacando músculos, claro está que se lo decíamos en broma, todos lo respetábamos mucho.
El se dio cuenta que noté su nerviosismo, e inmediatamente giré mi cara para evitar que se molestase, además, que fue un gesto involuntario. Cruzaba sus piernas y estaba claro que el nerviosismo ya se trasladaba a los esfínteres, no por el olor que podía estar generando Joselito, sino porque se notaba incómodo en la silla de clases. También pensé que podía ser una diarrea fulminante la causante de su sudor, a todos nos ha sucedido alguna vez, pero mi alto coeficiente intelectual, dada la alta ingesta de leche materna hasta una edad avanzada, me dejaron claro que Joselito no se cagaba biológicamente, sino que se cagaba psicológicamente. Biológicamente, tu cara se desencaja como una ensalada de muecas y tu labio inferior se retrae, como si estuviera unido al culo, porque te retuerces y te muerdes el labio inferior, ignoro el por qué de ese movimiento, además las manos van directamente al estómago, las piernas no se des-cruzan en ningún momento para evitar el destape y dejar literalmente 'la cagá'.
Por ello estaba claro que Joselito estaba nervioso por algo, no podían ser las notas, porque acabábamos de iniciar el año. Debo averiguarlo.
Vamos viendo, qué le puede afectar a un matón como Joselito. ¿Amenazas? ¡Imposible!, él era más choro que todos nosotros juntos. ¿Dinero? ¡Imposible! él tenía más dinero que todos nosotros juntos. ¿Colitis? ¡Imposible! ya se habría cagado. Lo único que me quedaba por confirmar era un posible lío de faldas. Joselito, aunque su aspecto era rudo, tenía una gran aceptación entre las mujeres, más aun, era pudiente económicamente y eso más las atrae, así es que chicas no le faltaban.
Bajando el edificio principal, veo que Joselito se retrae un poco del grupo, era algo notorio porque antes todos lo seguían a él. Entusiasmados la mayoría con ver las chicas en el salón de actos, casi pasó inadvertida esa actitud de Joselito, algunos golpearon su hombro como diciendo ¡venga machote! ¡Vamos a conquistar! Casi doy por sentado que se trataba de un lío de faldas, ya su cara se desfiguraba y podía ver el semblante de un nervioso crónico por lío de pierna suave. Más de alguna vez me he sentido así.
No estoy en este mundo para ayudar a nadie en este tipo de problemas, sólo fue mi intuición masculina la que daba por sentado los motivos nerviosos de Joselito, pero de ahí a ofrecerle ayuda psicológica ¡ni ca...! ¡Si yo también quería ver las minas!
Me dispongo a adelantarlo en la escalera y olvidar el tema, cuando siento su gruesa y pesada mano sobre mi hombro derecho y me dice con voz fatigosa 'Yuri'!!
Primero pensé que se desmayaba, y me dice "Por qué me mirabas en la sala de clases", "Te has dado cuenta que algo me pasaba", "Has sido el único que notó mi intranquilidad"
¡Sí!,- le contesté, "Pensé que estabas enfermo", "pero luego me di cuenta que tu problema era otro".
"Crees saber qué me sucede" me increpa con los ojos hundidos. "Creo que sí" le contesté. “¿Es por una chica verdad?”. ¡En efecto! me respondió, "no te lo ocultaré", "A quien primero se lo quise plantear fue a ti, dada tu experiencia con las mujeres, pero no me atreví por si te burlabas de mi. Además eres el único que ha conseguido tener entre sus brazos y derretir el corazón de la tía del kiosco, la mujer más deseada por todos y es algo que yo nunca lograré".
Joselito ya me estaba asustando con tanta deferencia hacia mí, yo siempre fui un chico tímido y no besaron mis labios vírgenes hasta fines del 4º medio, así es que tanta experiencia, que él decía, no era cierta.
De pronto cae Joselito, dada sus largas botas piel de vaca con punta de acero inoxidable, entre los escalones resbaladizos por la llovizna de aquel otoño, yo sólo atiné a sujetarlo de su chaqueta larga, si hasta el sombrero de cebra voló por el aire.
¡Yuri! por favor, necesito de tu ayuda, mis nervios ya no dan más de tensos y me cuesta mucho soportar esta situación. Pagaré todos tus consejos y todos tus servicios. Ya me empezó a asustar porque al hablar de servicios, me da mala espina, lo siento Joselito pero a mí me gustan las mujeres y mientras sea guapo y simpático no pienso pagar ni recibir pagos por servicios de nadie, tengo mis principios bien puestos. ¡Qué hablas imbécil! -se molestó Joselito, yo no me refiero a eso, además a mí también me gustan las mujeres. Me refiero a que toda la ayuda que me puedas dar para salir de esta situación la recompensaré económicamente o lo que me pidas.
Pasó por nuestro lado el profesor jefe y nos preguntó por qué no bajábamos, le dije que esperaríamos un momento porque a Joselito le dolía el estómago. "Ven" - le dije - "Vamos un momento a la sala y me cuentas qué te sucede". Se sentó en el primer asiento y yo me quedé parado en la tarima, al lado de la pizarra, y revienta en llantos, "Si quieres llorar, te puedo dejar un momento solo, si quieres hablar, te puedo escuchar" No - me contestó - son sólo los nervios acumulados.
Te hablaré de ella, pero no puedo decirte el nombre, es nuestro pacto secreto. Mirando el infinito a través de las ventanas del edificio hacia los cerros porteños llenos de chalets, me contó: No sabía, de tristezas, ni de lágrimas, ni nada, que me hicieran llorar, yo sabía de cariño, de ternura, porque a mí desde pequeño, eso me enseñó mamá, eso me enseñó mamá, eso y muchas cosas más yo jamás sufrí, yo jamás lloré, yo era muy feliz, yo vivía muy bien Yo vivía tan distinto, algo hermoso, algo divino, lleno de felicidad yo sabía de alegrías, la belleza de la vida, pero no de soledad, pero no de soledad, de eso y muchas cosas más yo jamás sufrí, yo jamás lloré, yo era muy feliz...-.¡Para el webeo Joselito! -le dije- esa es una canción..Pero me ignoraba...y comenzó a gritar -Yo vivía muy bien Hasta que la conocí, vi la vida con dolor, no te miento fui feliz, y aunque con muy poco amor y muy tarde comprendí, que no le debía amar, porque ahora pienso en ti, más que ayer, mucho más (bis) ...Joselito, fuera de sí, y con los ojos blancos no dejaba de recitar a gritos, creo que la fiebre, producto de su estado nervioso lo tenía con convulsiones charras-mexicanas y no podía reaccionar. -Yo jamás sufrí, yo jamás lloré, yo era muy feliz... pero te encontré Yo no quiero que me digas si valió o no la pena el haberte conocido porque no te creo más y es que tú fuiste muy mala si muy mala conmigo por eso no te quiero, no te quiero ver jamás - Lo cogí de la solapa y le di 2 bofetadas ¡cállate weón!- le grité- Me vas a contar o no...por fin reaccionó, se puso a llorar y comenzó a hablar.
Debo juntarme con una chica, ella cree que soy un hombre experimentado, llevamos poco más de un mes y me ha dado un ultimátum, tenemos que hacer el amor hoy por la noche, en su casa, pero jamás he estado con una chica, es más, nadie ha abierto mi caramelo, nunca he sacado a pasear el perro, nunca he sacado el canario de la jaula, ni yo tampoco nunca le he hecho cariño al gato, -¡¡Ya para!! - le dije, ¡si ya te entendí! ¿Y qué quieres que haga yo? - le contesté- "Quiero que me des unos consejos, porque si no cumplo, se reirá de mi y le contará a todo el colegio". Un día que estábamos solos en el salón de su casa, me quise hacer el chistoso, puse un tema de 'La Noche' y me puse a bailar al ritmo del amor, pensé que sería la oportunidad de tirar la vergüenza por la ventana y no sufrir un gatillazo por el nerviosismo, pero lo único que descubrí fue que era súper buena para reírse. Ya no sé qué hacer, creo que si esta noche no resulta comenzaré a pedalear en la bicicleta sin asiento. ¡Estoy perdido!
Cálmate Josete - Le dije - Presiento tu desesperación y también veo que te pescan menos que a un Mapuche. Creo que ya no te puedo dar un consejo profesional sino más bien personal, además, ¡Cómo se te ocurre ponerle un tema de La Noche a la mina! ¡Tan rasca! eso indica que estas muy desesperado. Escucha, toma nota, pero tendrás que hacer lo que yo te digo. Una de mis canciones favoritas para hacer el amor es Skin Trade de Duran Duran, ¿La conoces? - Sí, me contestó, Pues debes conseguir el cassette urgentemente, yo no te puedo prestar el mío porque esta noche tengo cita, y debes ponerlo en el momento preciso y a todo volumen. La clave no son los temas lentos, sino el ritmo. Esta canción posee una letra clara, en inglés británico, que la puedes cantar sin ser un cantante y la música es idónea para hacer un baile previo por parte tuya o un sugerente striptease por parte de ella. Además, el tema posee unos cambios de ritmo de súper-lento a lento con el que puedes trabajar las caricias, los juegos y las cosquillas suaves sin posibilidad de que ella se distraiga, sobre todo en la parte del coro. Debes acariciar su pelo, sin tirarlo, es sumamente importante, y recogerlo con ambas manos para despejar su cuello, es por donde encontrarás la puerta que esconde el perfume de su piel. Recuerda juntar sus palmas, de frente con las tuyas, pero sin tocarlas, ese es el termómetro con el que puedes percibir a qué nivel va, hasta ese momento, el calor de su cuerpo. Si doblas sus manos hacia atrás con tus palmas, suavemente, y las unes por atrás de su cintura, verás que cierra los ojos y doblará su cuello ligeramente, es porque estás justo en la parte de la canción que dice "Would someone please explain, the reason for this strange behaviour". No debes quitar su ropa, ¡ni se te ocurra! la ropa debe caer con el baile, suave, si eres hábil sabrás que el sujetador se suelta con una sola mano y sólo con dos dedos, ¡anota bien!, ¡¡'se suelta'!! El sujetador no se saca, debe caer solo. Tócala, pero no la toques, si eres capaz de entender esta contradicción sacarás aplausos y si eres capaz de entender lo que ella quiere con el calor de su aliento, ni se te ocurra tocarla, es porque las empanadas están en la puerta del horno y no se pueden quemar y ella está ‘a punto de caramelo’. Hasta aquí debes llegar, quédate quieto, todo lo demás lo hará ella. Como estadística, te puedo contar que con todas me ha funcionado, excepto una, que no te diré el nombre.
A estas alturas, a Joselito ya le había vuelto el color, no sé si porque se calentó con el consejo o porque ya se sentía mejor. Me dio las gracias diez mil veces y me ofreció lo que quisiera, pero sólo le exigí que me tenía que contar al otro día cómo le había ido.
Bajamos al salón de actos, aquella tarde daban la película Flash Dance, me senté con mis amigas y , desde lejos, pude apreciar que Joselito había vuelto a ser el que era, un galán conquistador, se reía con su grupo de amigos, tiraba bromas y se levantaba su sombrero y me gritaba ¡Maestro!
Finalizada la gala, debía juntarme con mi nueva chica, la había conocido hace unos días, era de un curso más bajo que el mío y tenía un apellido extranjero, muy conocida por lo demás. Me acordé de Joselito y pensaba, ¿Cómo tan weón? ponerse tan nervioso por un momento así, si yo también pasaría por lo mismo en unas horas más y estaba de lo más contento. Pero no la encontraba por ninguna parte, seguramente ha salido del colegio con sus compañeras. Además que me retrasé en bajar dándole consejos. Como no me importó mucho, me fui con mis amigas de siempre Viviana y Marcela que me estaban esperando, con una melliza en cada brazo, salimos del colegio rumbo a Pedro Montt.
Aquellos años, nuestro centro de reunión eran los juegos Delta, que estaban al llegar a Plaza Victoria, jugamos un rato, comimos unas papas fritas y caminamos por calle Condell. ¡Qué hermosos recuerdos! y ¡Qué sanos éramos! Pasé a dejar a mis mellizas a la parada del bus y luego me fui a casa. En el recorrido hacia la casa de mis abuelos, por Av. Colón, paso frente al colegio y me puse a pensar ¿Dónde habrá estado esta chica? si quedamos de juntarnos en el Salón del colegio para ver la película y luego no iríamos a su casa. Me saltó la duda que tal vez podría andar con sus amigas buscándome por Pedro Montt, y como no me gusta quedar con las dudas, me bajé de la micro. Antes de ir en dirección al centro, me pongo en una cabina telefónica para llamarla y confirmar si no está en casa, así no pierdo el viaje...meto una moneda de $50, marco ...2..5..9..8..8..8...y escucho: "Would someone please explain, the reason for this strange behaviour"..Aló? 

http://www.youtube.com/watch?v=oNU61nS0TTY


Casi me hago Rapa Nui

Mientras estudiaba mi carrera en Valparaíso, una tarde que no tenía clases, me quedé en el laboratorio de informática preparando una tarea de Transmisión de datos. De tanto pensar, paré un momento y me fui a la cafetería por un refresco y a leer un rato la prensa. Entusiasmado en la página del chiste de Pepe Antártico, entran a la cafetería un grupo de estudiantes de Rapa Nui, 3 hombres y 4 mujeres, todos morenos obviamente, una gorda de pelo corto, otra de pelo largo y liso con cara de Moai, otra que yo creo que era del Cº Placeres porque no se callaba nunca y la cuarta chica, me llamó suavemente la atención, hablaba muy poco pero en rapanui, su piel no era tan morena como sus compañeros, pero su pelo era rizado y al ver un pelo así mis ojos tardan más de lo normal en cambiar de dirección. Ella notó que mi vista no dejaba de apuntarla y bajó su mirada, sin duda se sintió observada.
Dos chicos y dos chicas se retiraron, despidiéndose en rapanui, y en la mesa quedaron la chilena revoltosa, la chica de la que les hablo y un joven. Precisamente, en mis clases de transmisión de datos debíamos entregar un proyecto y el mío se trataba de un dispositivo modulador de onda media que recibe dichas ondas y las transforma en código de lenguaje dinámico. Con un mini procesador, este código lo transforma en un simple ASCII y con una base de datos on-line mostraba el texto por una pantalla de cristal liquido, vamos, algo fácil que cualquier persona lo podría fabricar.
Me acordé de mi trabajo y pensé ¡Qué mejor oportunidad para probar mi proyecto con intentar traducir lo que hablaban los rapanui! Fui corriendo al laboratorio, me descargué una base de datos de lengua rapanui y me devolví a la cafetería. Sin darme cuenta, mientras preparaba mi aparato regulando el volumen de alcance y un par de parámetros más, veo que ella me estaba mirando, enciendo el dispositivo y el joven le dice a ella: "El peito taju-goso" y mi dispositivo muestra en la pantalla "Qué miras tanto a ese chico" Ella le responde: "Ya gote -o por el conti" "Yo no miro a ese *conti" (*conti= así nos llaman a los chilenos). ¡Qué sorpresa!, estaba traduciendo en onda media la lengua rapanui! esto significaba un 7 en el proyecto, pero claro, ¿y si la traducción no era correcta? debía confirmar con un rapanui parlante si lo que traduce es correcto.
Era tanta mi alegría que me acerqué a la barra a pedir una coca-cola light, cuando buscaba mi dinero en el bolsillo, unas manos finas, de uñas largas con brazaletes color bronce estiran un billete de $1000 y ella dice "Yo invito".

Ella ¿Cómo te llamas?
Yuri Yuri (obvio)
Yuri ¿Y tú?
Ella Ta-riko i Tu pope-ete
Ta-riko ¿Tu nombre no es chileno verdad?
Yuri No, es un nombre Ruso
Ta-riko ¿Eres Ruso?
Yuri No, soy chileno, es una historia muy larga
Ta-riko ¿Y qué estudias?
Yuri Informática
Yuri ¿Y tú?
Ta-riko Turismo (obvio)
Mis ojos se clavaban en su pelo, con ganas de meter mis dedos y enredarlos en todos sus rizos, pero debía comportarme y seguir la conversación.

Yuri ¿Nos sentamos?
Ta-riko bueno, en tu mesa
Yuri ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
Ta-riko Es mi primer año
Yuri Pues es primera vez que te veo
Ta-riko Yo a ti también
Yuri ¿Todos los días eres hermosa o sólo cuando yo te miro?
Ta-riko Creo que sólo cuando tú me miras.
Seguíamos conociéndonos y yo con mi dispositivo encendido, no sabía qué decirle para ver si la traducción era correcta. En ese momento se acerca el chico de su mesa y le dice: "La kro-mi Te -deja i a pati-ta no-má" y mi dispositivo muestra "Se hace tarde, nos vamos”. Ella le contesta: "Peito pa-ti" - "Ya voy" Sutilmente le pregunté ¿Qué te ha dicho? y ella, con una sonrisa hermosa me dice: "Que se nos hace tarde para irnos". Estaba eufórico, lo había conseguido la traducción era correcta y ya sólo debía perfeccionarlo.
Sin embargo, ella antes de irse me dice ¿Nos volveremos a ver? ¡Tate! me dije: este webito quiere sal. No me perdería esta oportunidad le dije, un monumento así, me gustaría explorarlo entero. Con eso, Ta-riko i tu pope-ete quedó paralizada.
Nos seguimos viendo las semanas siguientes, caminábamos por la costanera hacia Playa Ancha o hacia Viña del Mar, mientras caminábamos de la mano me preguntaba si yo era de Valparaíso y le dije, No, soy de Santiago pero Yo no he sabido nunca de su historia, un día nací allí, sencillamente. El viejo puerto vigiló mi infancia con rostro de fría indiferencia. Porque no nací pobre y siempre tuve un miedo inconcebible a la pobreza. Hablas bonito, me dijo, ¿y qué más sabes? Que en 1536 Juan de Saavedra le puso ‘Valparaíso’, el nombre de su pueblo natal, Valparaíso de Arriba, en España. ¿Y sabes algo de Rapanui? Y ahí me dio en clavo. Mi opinión con respecto a Rapanui siempre ha sido un tema delicado. ¿De verdad quieres saber qué opino de Rapanui? le dije a Ta-Riko ¡Sí! me contestó ella, ¿Me prometes que no te enfadarás si te doy mi opinión? Me miró sorprendida y me confirmó que no se molestaría.
Mira primero te lo plantearé si yo fuera Rapanui. ! ¡Espera! - me interrumpe - hagamos un juego, mientras sentados en unas rocas de la antigua playa Recreo, me dijo párate en esa roca más grande y te pondré un nombre Rapanui, así nos entenderemos mejor, ¿Te pones tú el nombre o te bautizo yo? me dijo con su sonrisa blanca y su rizos al viento. ¡Vale! le dije - me bautizo yo mismo. "Por el poder que me ha encomendado Make-Make, cambio mi nombre Ruso por el rapanui 'Te piteo tuano'. Inocente ella me grita, 'Bienvenido Te piteo tuano!. ¡Vamos Te piteo! qué opinas de Rapanui. Te piteo tuano con la roca más grande le dije: Exigiría la independencia de mi pueblo, no pertenecemos a Chile ni a nadie más que a nosotros mismos. ¿Y de qué vivimos? me dice Ta-riko - con rostro triste - si nuestra isla es muy pobre y no se autoabastece. Ahora viene mi opinión como chileno. En 1888 se anexó tu isla a Chile, pero no se vendió, yo no te siento parte de mi cultura porque no perteneces a mi pasado como el pueblo mapuche, somos físicamente distintos y tu tierra no pertenece a nuestra geografía. Cuando los anexaron fueron por motivos netamente estratégicos y no han reconocido tus derechos hasta un siglo después.
Hoy, Rapa Nui, exige medidas de control migratorio y cualquier medida que soliciten es poca, porque es un entorno muy frágil. ¿Que pertenezcan a Chile y que tengamos libre derecho de circular y quedarnos? pues ¡No! Porque ellos no son parte nuestra, son de otra constelación y si por ley nos pertenecen, debemos protegerlos, es un tesoro que debemos cuidar y tenemos que estar orgullosos de que ellos nos permitan ser parte nuestro.
Los hemos dejado de lado, solos, en la mitad del océano, los tenemos mal abastecidos, sus hijos deben venir a estudiar aquí, el 10% del cobre que le damos a Defensa debemos darlos a Mapuches y Rapanuis, porque es nuestra obligación preservar sus culturas, y más encima queremos ir a meternos allá, a vagabundear, a delinquir, a dañar su entorno, a sobreexplotar su demografía. Así perderemos los Rapanui, si no los protegemos de nosotros mismos, los perderemos como ya perdimos a los Tewelches a los Yaganes o Alacalufes y como estamos perdiendo a los mapuches.
Ta-riko se abrazó a Te piteo tuano con la roca más grande y me dice: ¡Vente conmigo!, seremos Rapanui y protegeremos nuestra isla y le daremos un futuro a nuestros hijos Te piteo tuano i Tu pope-ete y a nuestra hija Ta-rika tuano i Tu pope-ete. No puedo - le contesté - dañaría tu entorno, tú debes preservar tu raza, debes casarte con un Rapanui y tener muchos hijos. Mientras, yo, seguiré siendo el que Te piteo tuano de siempre.

Mayday Mayday Mayday ..me recibe!

It ain't me, it ain't me, I ain't no fortunate son, no no no..
Vietnam, 1965. Nuestras espaldas húmedas apoyadas en la curva del pequeño túnel, el fusil M16 sobre nuestras rodillas con el pasador abierto esperando la orden de Papi. Papi, el Teniente Osvaldo Fuenzalida, estaba a cargo de la 7ª división ‘Burros de la Selva’, la bautizamos así por razones obvias y mientras me estiraba su mano con la última calada al lucky strike sin filtro de aquella tarde me indica que tendríamos que salir de aquel agujero de ratas.
Habíamos caído ahí producto de una emboscada del Vietcong, arrastrándonos a punta de codo el Sargento Erick Espinoza cae sin querer por el agujero tapado de ramas, al grito imperativo de Papi todos lo seguimos y fuimos cayendo uno a uno, temíamos que estuviese minado pero era una antigua bodega para guardar provisiones de los Norvietnamitas. ¡Atento-Atento-Chelo-Chelo
! ¡Veí por ahí! Charly MiMum Mimum!, Roberto Salgado, nuestro oficial de Radio, el último en caer al hoyo, hacía inútiles esfuerzos por comunicarse con la base más cercana que sólo él conocía ‘Las Grekas Sur’, al sur de Saigón. Aquella base secreta estaba encubierta bajo un prostíbulo y desde aquella época el ‘Síndrome de Vietnam’ dejó a nuestro oficial de radio como cliente frecuente y asiduo visitante de esos centros, todo por el horror de la guerra y por las marcas psicológicas de no haber recibido respuesta del otro lado de su radio.
99% humedad ambiental. La humedad de aquel agujero ya nos estaba asfixiando y Papi ordena que salga uno a comprobar que el enemigo se había retirado, primero miró al cabo Antonio Dalbez, como siempre haciéndose el weón al final del túnel, preparaba un cigarrillo de yerbabuena, menta y matico, Papi le ordena “Pelao Dalbez cuerpo a tierra a observar *Palomas” (*Palomas=enemigo). “No Papi”, le exclamé, el cabo 2º Dalbez es rubio y había perdido su casco de combate además sufría de la vejiga y ante una emergencia con ganas de mear se pararía en cualquier sitio sin importarle el peligro, ya lo había visto en el colegio cuando se meó en la sala. Papi me mira con cara de ‘poco te creo Yuri’ y susurra fuerte y seco “*Otra voz (*Otra voz=Nueva orden), Cabo 1º José Naranjo, cuerpo a tierra a observar palomas”. José Naranjo ya era Cabo 1º pero tenía una amplia experiencia en campos minados de Saigón Sur, había estado en el ataque a la península de Noh-Nang y fue mano derecha de John Rambo (sólo tenía la izquierda) de quien más tarde se harían muchas películas en Hollywood, José Naranjo participó ampliamente en la liberación de prisioneros y destrucción de campamentos.
Como una culebra José Naranjo asoma la cabeza y se escurre con su M16 en la espalda bajo las grandes hojas de la selva vietnamita, arrastrándose hasta unos 15 mts, ya en el delta del rio Mekong, el Cabo 1º Naranjo nos hace una señal sonora simulando un Guacamayo, suerte tuvo que no lo acribillaran a balazos ya que en la selva vietnamita no existe esa ave Caribeña.
¡Perímetro libre Papi!, Naranjo nos confirma que no hay palomas, Papi asoma la cabeza por el ojete de nuestro húmedo escondite y nos da la orden de que lo sigamos, uno a uno vamos arrastrándonos bajo las hojas de *Gunnera Manicata (Grandes hojas de la selva Vietnamita) y el último en salir es el Cabo 2º Dalbez quien se había quedado dormido por su segundo cigarrillo de Yerbabuena, melisa y pasiflora. Al otro extremo el Cabo 1º Naranjo, mimetizado con las hojas y los arboles ni siquiera pestañaba, era un profesional del mimetismo, pero escalofriante fue nuestra sorpresa al percatar que el cabo 1º Naranjo no se movía porque estaba tan bien mimetizado que tenía desde sus piernas, espalda y cuello una pitón de 6mts. Que lo estaba asfixiando, Papi salta sobre él y con su cuchilla de combate la destroza en pedazos, su orden inmediata fue cocinarla a fuego lento con mucha sal y pasaríamos la noche en aquel lugar.
Aquella noche estrellada, ya más tranquila después de esa cobarde emboscada, nos apoyamos en unos troncos a turnos de 2 para hacer guardias, el cabo 2º Dalbez había encontrado en un cajón, al fondo del túnel, cervezas Vietnamitas hechas de Cebada de maíz, muy buenas y refrescantes, junto con cacahuetes salados a granel. Papi nos autorizó a beber y a distraernos un poco pero de forma moderada y sin mucho ruido para no sufrir otra emboscada del Vietcong.
Solté mi cremallera, puse mi casco sobre mi M16(no lo que te estás imaginando), me saqué mi chaquetilla y a torso desnudo me posé sobre un tronco viejo para escribir a mi novia KarinaKo, aprovecharía aquellos momentos para contarle cómo estaba, que la extrañaba muchísimo y que su foto me protegía cada día. Mientras bebía mi cerveza y escribía, el Sargento 2º Juan Zamorano, muy hábil con su cuchilla de comando, coge un tronco y se pone a tallar una figura de mujer, con un agujero en medio pensé ¡Tan desesperado está el sargento que se haría una mujer de madera para liberar sus pasiones! ¡Qué asco! ¡No lo puedo ver!, pero mi sorpresa se esfumó cuando de aquella figura poco a poco fue moldeando un mango largo, corta una lianas de diferentes grosores y finaliza una guitarra mejor que una Tizona de Paco de Lucía. El Sargento 2º Zamorano era muy serio, no hablaba con nadie después de aquel enfrentamiento al norte del rio Mekong, nos pillaron por sorpresa los putos vietnamitas y el Sargento Zamorano con el mando de la subametralladora de la lancha acribilló a los 140 soldados del Vietcong, de ahí su voz se apagó y sólo responde a las preguntas y ordenes de Papi. Lanza en Re m un par de acordes, ajusta el puente del mango y se larga a cantar nuestros temas de Creedence Clearwater Revival “Big wheel keep on turnin'
proud mary keep on burnin'
rollin', rollin', rollin' on the river... cantamos hasta tarde, finalicé mi carta, le dí un par de besos y me fui a sentar al lado de Papi, tenía su mirada perdida en el horizonte húmedo del Mekong, me contó que extrañaba mucho su ciudad y que cuando volviese se quería hacer profesor, tener un hijo, comer y beber hasta que le saliese una ponchera de camionero, a veces los sueños se cumplen.
Continuamos nuestra marcha a las 06:00:00 por ordenes de Papi, levantar el campamento y caminar en grupos de a 2, separados siempre mirando el suelo por posibles minas, Papi delante de la división mirando su mapa para llegar antes del anochecer al puente Thanh-Hoa donde nos encontraríamos con la 14ª división de marines para atacar por sorpresa la aldea al sur de Hanói. Nuestra marcha se ralentizó al traer al Cabo 1º Naranjo con problemas respiratorios, producto de sus pulmones dañados por la Pitón que lo había asfixiado. Después de caminar todo un día, sobre las 18:47:00 nos posamos a un costado del puente Thanh-Hoa a esperar la llegada de la otra división, nos ubicamos en posición de codos y cuerpo a tierra para evitar cualquier avistamiento de los Vietcong. La señal de la 14ª división sería el movimiento de un árbol a un costado del rio. Papi miraba con sus binoculares por todo el delta del rio esperando la señal, nos dieron las 20:00:00, las 21:00.00 y comenzaba a oscurecer, unos ruidos de ramas nos hicieron alarmar nuestra posición y pudimos percatarnos que se trataba de ellos, cruzamos el puente a punta y codo y nos reunimos con el Teniente 1º Pablo Velásquez, un tipo simpático, me llamó la atención porque en su bisep izquierdo tenía amarrada una pañoleta negra con una cara blanca y una estrella negra en el ojo derecho, “debe ser un mimo de la suerte” pensé, cosas del destino 7 años más tarde, en 1972 se formó un grupo musical con esa misma imagen.
Se reunió con Papi y sobre una mesa pusieron los mapas para iniciar el asalto sobre la aldea, la estrategia era juntar las dos divisiones de 16 hombres c/u pero tendríamos que parecer 100. Los planes del Teniente Velásquez eran entrar en Hanói de sorpresa y ocultarnos en la escuela, desde ahí dar nuestra posición por radio y dar las coordenadas para el bombardeo a los puntos más importantes, en cambio Papi tenía otro plan, el confiaba en nuestra capacidad de ataque y lucha cuerpo a cuerpo como infantes de marina y prefería el ataque por sorpresa pero puerta a puerta, creía que refugiarse en el colegio sería una trampa sin salida. Al final el ca-chi-pun hizo lo suyo y perdimos, la orden era entrar al colegio esa misma noche. Debíamos ponernos en posición de asalto y buscar la entrada al colegio que a esas horas ya permanecía cerrado. El Teniente Velásquez con 6 hombres se ubicarían en la entrada principal, una calle llamada Col-Ongh, y nosotros con Papi debíamos forzar la entrada por la pequeña puerta de una calle de tierra llamada Ret-Hamo, una patada del Sargento Zamorano hizo volar la puerta y entramos al patio del colegio, sin disparos si no era necesario, la idea era ocultarnos y dar nuestra posición, redujimos a la portera, una señora vietnamita muy amorosa y la obligamos a abrir la entrada principal, por ahí entró la 14ª división.
Dos hombres debían ir a la azotea del edificio y comenzar a anotar ubicaciones estratégicas del enemigo para el bombardeo, mientras tanto abajo, el Teniente Pablo Velásquez con sus hombres torturaban a un campesino Vietnamita para que les diera información, su nombre era Juhan Tao, pero no había caso que hablara, con corriente en los testículos, series de submarinos con golpes en las costillas y cosquillas, nada, no había caso. “Disculpe mi Teniente”, le grite, creo que si prueba con el pipeño a la vena hablará sin problemas, una inyección de bigoteao vietnamita y el campesino Juhan Tao comenzó a hablar hasta de su abuelita, pero hablaba vietnamita de pueblo, muy difícil de entender, no era mucho lo que podríamos sacarle. Papi nos hizo formar en aquel patio y nos gritó “Sugerencias”, necesito ideas para hacer hablar a este hijo de p…. El sargento Erick Espinoza le comenta que en un bolsito de campaña del Cabo Antonio Dalbez tiene unas yerbas con la que una vez había hecho hablar a un monje Camboyano llamado Jos-he Con tre-ras. “Cabo Dalbez” gritó Papi, no contestó el Cabo, estaba durmiendo por un cigarrillo que se había hecho con Yerbabuena, mate y ruda. Papi pateó sus piernas y se levantó inmediatamente, “necesito que hagas hablar en español al campesino”, el cabo Dalbez, muy nervioso, casi se mea y buscó en el bolsito de campaña, extrajo Yerbabuena, lengua de suegra y ortiga, le confeccionó un pitillo y lo hizo fumar. A los dos minutos hablaba un perfecto español.
Era tanto el efecto que Juhan Tao hablaba solo, no había que apretarlo, dijo que el jefe de esa unidad era July-Min o ‘Comandante Julio’, un General chalado que se creía profesor de castellano, por eso siempre estaba en el colegio, su capacidad ofensiva era de 500 hombres y que había túneles por todo el colegio, que en cualquier momento podríamos ser atacados. Sí, dijo el Cabo 1º Naranjo, estuvo en el ataque a Noh-Nang y era un carnicero gay, él fue quien cortó la mano derecha a John Rambo. Papi nos ordenó ponernos en posición de combate, sin separarnos para no ser emboscados por July-Min, ya teníamos las coordenadas para el bombardeo y se ordenó al Oficial de radio Roberto Salgado transmitirlas inmediatamente al portaviones que estaba fondeado al otro lado del puerto. ¡Atento-Atento-Chelo-Chelo! ¡Veí por ahí! Charly MiMum Mimum! - without trace – (sin rastro). ¡Atento-Atento-Chelo-Chelo! ¡Veí por ahí! Charly MiMum Mimum! Responda! Gggggggggggggg Recibido Portaviones ‘La flor de loto’ indique posición. Robert de Niro en aldea Hanói –posición dentro de colegio Vietnamita- ¿Quién recibe? – Soy la oficial de radio Ruth-puente de mando del Portaviones ¿Ruth? ¿Roberto? ¿Roooooooooberto?- era la wuatona Ruth, gran amor de Roberto Salgado, la última vez que se vieron fue aquella tarde que salieron juntos del colegio como pololos y fue tanta la presión de los amigos para que se casaran que Roberto no lo aguantó, luego su excusa barata fue de que ella era muy gorda…y lo era!.
Anote posición de palomas flor de loto- Roma4Dinamarca2º3”SurW (costado todo a $1000) – Roma4Whisky3º8”SurW (lado carnicería de equino). – Recibido Robert de Niro – ponerse a cubierto – en 2” iniciamos bombardeo. ¿Me vendrás a ver Roberto? – Apenas llegue a Valparaíso, nos juntamos en el pool de Calle Freire. – ¿Sigues igual de hermosa? – Creo que sí, ahora sólo peso 145kgs.- uy! Un bombón! ¡Oficial! Corte el Radio! Fue enérgico el grito de Papi.
Todos a cubierto!, Papi y Velásquez gritan a sus divisiones y debemos esperar que luego del ataque del portaviones Flor de Loto July-Min se dirija al colegio para dar instrucciones a sus hombres. Mi posición estratégica dentro de una sala fue cuerpo a tierra con mi M16 apuntando al centro del patio principal, cosa curiosa, era la misma ubicación que siempre tenía en mi colegio en Chile, Papi y Roberto Salgado tras la puerta de aquella sala, el Sargento 2º Juan Zamorano y el Cabo 1º Naranjo en la sala de dirección, el Teniente 1º Pablo Velázquez con la recluta Patricio Gallardo, era quien le sujetaba el M16; En la escalera de la capilla Maoísta. El sargento 1º Erick Espinoza con el cabo Johnny Moreno dentro del kiosco, el cabo 1º Natalio Ramírez que había llegado con la 14ª división era experto en bombas, ya tenía todo el colegio con dinamita de racimo en escala para volarlo en caso de retirada , el cabo 2º Antonio Dalbez se había quedado dormido en el baño, producto del último cigarrillo de Yerbabuena, valeriana y bosta de vaca, eran los puntos fijos más importantes en caso de iniciar el ataque contra July-Min.
En el centro del patio, un Buda grande de oro, se abre sorpresivamente y comienzan a salir soldados vietnamitas, nuestros corazones laten a 1000 por hora al ver tanto weon chico y patas cortas. Ya la aldea de Hanói había comenzado a ser bombardeada y las ratas del vietcong comenzaban a salir de sus túneles. Papi nos indica con su mano y tres dedos que debemos esperar a que aparezca July-Min, con la mira telescópica de mi fusil puedo ver a todos mis compañeros en sus posiciones esperando la orden de Papi para disparar, nadie se mueve, tensos, puedo apreciar la humedad del ambiente en sus rostros, cuando fijo mi mirilla en la cara del Cabo 1º Naranjo hace un movimiento brusco y seco de su M16 apuntando al Buda, sigo con la mirilla y había aparecido July-Min, ¡claro! El Cabo 1º Naranjo era el único que lo conocía. Vestía un pantalón verde, una camisa verde, un chaleco verde...todo de verde, parecía un loro el weón, su casco parecido a un boy scaut no dejaba ver sus ojos con claridad, en su cintura una pistola semiautomática Walther P99, en su mano izquierda un bolígrafo azul y una libretita pequeña, con espiral, china por supuesto. Al cabo de unos minutos todos los norvietnamitas se forman en escuadrones, puedo ver uno, dos, tres, cuatro, cinco escuadrones y al final un escuadrón pequeño, debe ser el 0, para los indisciplinados. Comienza a dar instrucciones a todos sus hombres: “Chi wua ho no pe tao che mu”, July-Min no hablaba vietnamita, su dialecto era Camboyano y podía entender algo de lo que decía “nos están bombardeando”, además de gay era brujo. “Chi wua tan can sao tan sen tao pa tan la ra jao meo le van tao” (Se acabó el descanso, debemos defender la aldea con nuestra vida) “Ta wea ta fea hi lo que ren ca gal lo” (Las cosas se han complicado) “Su elta el re mo na pa pu, na a pa ta i pu sho ni ka gan do” (No los quiero ver con las manos en los bolsillos en la micro, caminando ni fumando) “Ma mo ha cel kal ule americanos pa de jal de web iar” (Debemos derrotar a los americanos) ¡ta we na tu ma na! (¡A por ellos!).
Antes que rompan filas Papi da la orden de disparar, cuando tenía en la mirilla medio a medio la hermosa dentadura de July-Min comienzan los disparos de la 14ª división y July-Min se pone a cubierto. El Sargento Juan Zamorano salta de lleno al patio sin su M16 y con su cuchilla de comando empieza a cortar cabezas de vietnamitas, el cabo 1º Naranjo le quita el uniforme a un vietcong y se mimetiza entre ellos para eliminarlos desde su bando, a esos momentos Papi ya había saltado al patio y lo mismo hacían el Teniente Velásquez y la yegua Gallardo. El Sargento Erick Espinoza tenía dos vietnamitas sobre él y nada más sacarlos de encima los remata con su M16, mis órdenes eran precisas, no debía moverme de mi sitio y dar de lleno en la cabeza de July-Min, dada mi excelente puntería, donde pongo el ojo, pongo la bala, no perdono. Eran 180 vietcong luchando enyeguecidos contra mis compañeros de división. Papi va por July-Min cruzando el patio principal y este con una rapidez de mono saca su pistola Walther y da en pleno hombro de Papi, cae y dejo mi posición para ir en ayuda de mi Teniente, July-Min venía volando pisando las cabezas de los norvietnamitas (años después hicieron una película con esas tomas) con sus brazos y sus piernas en forma de L saltaba para dar el tiro de gracia a Papi, salto como una paloma y dejo mi M16 entre Papi y July-Min, cuando cae atraviesa su estomago y agonizando me dice : “Meai ca gao a voh te ca cho” (has sido más rápido que yo, creo que te conozco) July-Min deja de respirar y los 10 vietnamitas que quedan vivos se rinden. El teniente Velásquez los quiere fusilar, Papi da la orden que los encierren en la capilla Maoísta hasta que lleguen los refuerzos.
En esos momentos aparece el Cabo 2º Antonio Dalbez, muy molesto porque tanto ruido no había podido dormir, tuvimos 0 bajas, en 1973 finalizó la guerra, volvimos a nuestro país y tenemos una amistad que aún perdura, de tantos momentos tensos, nuestra guerra en Vietnam fue una experiencia que nos unió a todos, aún me pregunto qué habría pasado si no matamos a July-Min, habríamos caído prisioneros y nos habrían fusilado a todos, aun seguimos vivos compañeros, ya tenemos qué recordar cuando nos juntemos a tomar unas cervezas vietnamitas.

I put a spell on you...because you're mine...

¡Otra vez Juanito!

Tercer piso, ¡qué frio que hace en Valparaíso!, miro de reojos hacia los cerros si casi ni se ven de lo cerrada que está la neblina, bajo de 2, 3 y hasta 4 escalones corriendo, sin perder un segundo, debo ser el más rápido y cuando vuelva los subiré otra vez corriendo de a 4, con mi cabeza pendiente de los escalones, de pronto, al pisar la planta baja, en la misma puerta del salón de actos una mano gruesa me coge del cuello estrangulando mi camisa y mi corbata, levantándome 3 centímetros del suelo ...glup! Era Juanito con olor a pipeño, me mira con sus cejas en V y acerca su fuerte voz a mi cara y me dice:
"Al florecer vuestra conciencia y despertar a las ambiciones más puras con ganas de comerse un mundo lleno de oportunidades, encuentran la vida tan larga como imaginando que tendrán kilómetros de oportunidades para rehacer y revivir lo que no aprovechan. Es la más clara muestra de que vuestra conciencia carece de madurez y en la que no entran ni consejos ni palabras que los hagan abrir los ojos y los sentidos a vuestra corta edad. Cuando la edad es tan corta como una pestañada, cuando las mañanas se les van volando sin regresar y los días se escapan de vuestras manos; Recién vuestros sentimientos son capaces de despertar a la razón y utilizar lo que apenas han aprendido.
Adolescencia e inmadurez ante la vida son dos estados que brotan en vuestro cuerpo, cuando viven a concho vuestros mejores momentos en el colegio, se despiertan vuestros deseos más infinitos de ilusiones y porvenires y caen como piedras vuestros castillos ilusos que vuestra joven imaginación virtualiza. Creen que la verdad es vuestra y el que no comulga con sus ideas los apartan como anticuados, comen de sus ganas de verdad y convicción y muchas veces se empotran contra un muro de realidades que los desorientan aun más.
Esta es la esencia de vuestra edad, que a los quince o diecisiete años emanan de vuestra piel los cambios hormonales y psicológicos más importantes y de los que, sin pena ni gloria, dejan pasar inadvertidos para retomarlos ahora, cuando estamos al doble de aquella edad, cuando vemos reflejados en nuestros hijos los mismos errores que no queremos que comentan y cuando intentamos evitar, como el más fiero dictador, que renuncien a sus ideas más descabelladas que no son capaces de dilucidar, de la misma forma que nuestros padres intentaron quitar las nuestras.
Será el mañana entonces, cuando veamos que vuestras caras no han cambiado pero veremos que el que recogió sus frutos de aquella época fue por su constancia y propia convicción en sus ideas y veremos a otros que quizás, aun más tarde, lograrán su estabilidad emocional, espiritual o profesional pero con las mismas ganas de aquella vida, en la que se comieron el mundo sin pensar que aquellas oportunidades y aquellos días tan largos se pasarían tan rápido de los que sólo les quedará tiempo para recordarlos y echarlos de menos.
¿Quedarán vuestras siluetas marcadas en aquellas salas de clases llenas de risas irónicas, llenas de nervios ante una convivencia tan insegura como agradable? ¿Quedarán en algún rincón de la sala vuestras voces y secretos que murmuraron? ¿Por qué no? ¿Si la voz es un sonido que emite ondas que chocan con cada pared en la que el eco no tiene cabida y se disipa con vuestros cuerpos? ¿Estarán aun vuestras ilusiones en la rejilla de los libros? ¿Tendrán aquellos libros de clases vuestros ADN en rojo o en azul con el extracto de vuestros cerebros estrujados? ¿Estarán aun aquellas huellas de cada paseo del profesor sobre la tarima? ¿Cuántas capas de tizas, más abajo, estarán en la pizarra vuestras lecciones de cada día con ahorcados incluidos? ¿En qué esquina del techo habrán quedado los Padres Nuestros de cada lunes? Por eso, ¿vienes a decirme ahora ¡No barras Juanito nuestras salas, no te lleves lo que sin querer dejamos ahí como restos de nuestro pasajero andar, no te lleves los recuerdos que en los '80s germinamos con tanta ilusión, sólo cierra la puerta, cierra la ventana y deja que vivamos ahí, que se queden nuestras almas que vivirán con el mismo encanto con el que las dejamos y sabrán convivir alegres como lo hemos sido siempre!?”...ah?..¡Contesta!

Sin aire le contesto: ¡Sí, pero sólo venía a pedirte tiza!